La inercia funciona como propensión a lo mismo tanto en el
mundo físico como en el social, aunque como todos sabemos en lo social siempre
todo es más complicado de analizar y visualizar. No cabe duda de que el
feminismo fue un movimiento histórico necesario
para procurar la igualdad jurídica, social y política de las mujeres,
fue necesario para conseguir el derecho al voto, como lo fue para que las
mujeres tuvieran las mismas posibilidades de acceder a los estudios o al
trabajo en igualdad de condiciones con el hombre.
Pero cuando hace ya mucho tiempo que el número de mujeres
con título superior es mayor que el de hombres, cuando en la Universidad la
proporción va camino de un 70-30 favorable a ellas, cuando casi todo el empleo
público que se crea es ocupado por mujeres, y en el terreno privado los más
castigados son los varones… Cuando en el terreno de lo jurídico gozan de
derechos reforzados, y las leyes de paridad en la política y la economía están
en marcha…
Cuando el fracaso escolar masculino ha duplicado en los
últimos lustros al femenino, cuando los sin techo son en un 80% varones, cuando
el paro se ha cebado con especial virulencia en el empleo masculino, cuando las
sentencias de divorcio siguen otorgando la custodia de los hijos a las madres (esta
sí custodia obligatoria) y con ellos la vivienda familiar, cuando la figura del
padre ha sido maltratada y vituperada hasta el límite pero los hijos no por eso
muestran un nivel de educación o comportamiento cívico superior…
Cuando tenemos una de las tasas de natalidad más bajas del
mundo, cuando la mujer tiene todos los derechos sobre la reproducción, cuando
más de 80% de las decisiones de compra y consumo están en sus manos, cuando los
consumos de lujo y los gastos en cuidado de la salud y el cuerpo se inclinan
abrumadoramente hacia el lado femenino…
Cuando a los hombres no se los ha liberado de una sola de
las tareas duras y penosas que venían desarrollando desde siempre y sigue
siendo él quien desempeña los trabajos duros, los pesados y los de riesgo. Cuando todos aquellos
que alejan de la familia y el contacto con las personas le son encomendados
como siempre ha sucedido. Cuando el suicidio, la menor esperanza de vida y todo
tipo de accidentes, también los laborales, parecen tenerle especial querencia…
Cuando todo esto sucede, que el neofeminismo más se empeñe
en presentar al varón como dueño y señor de todos los poderes resulta
francamente decepcionante, pero que también un buen puñado de varones se
empecine en que esa es la imagen que mejor lo define (al otro claro) resulta más
bien poco esperanzador.
Como iniercia tambien es la publicidad donde el varón es ridiculidazado, pegado, humillado, insultado e incluso a veces hasta sodomizado por un mujer, he aquí el último de Utabon: A vueltas con la violencia gratuita, hacia los hombres
ResponderEliminarUtabon una vez más vuelve a utilizar el mismo anuncio publicitario donde el protagonista masculino no es solo ridiculizado sino también agredido físicamente por la protagonista femenina, de manera gratuita y sin sentido.
Este tipo de publicidad se convierte de algún modo en referencia de comportamiento que terminará siendo imitado inconscientemente por las mujeres en su relación con los hombres. Una situación que ya se ha convertido en una constante en la publicidad y los demás modos de comunicación de masas.
Vuelvo a proponeros: si te parece un anuncio gracioso sin más trascendencia, invierte los términos; en lugar de él ponla a ella, y al revés. ¿Qué te parece entonces?
Atentamente:
Álvaro
Estoy de acuerdo con Álvaro. Se está abusando descaradamente de aquello que, en otros tiempos no muy lejanos, se consideraba parte de un juego que tenía que ver mucho con la seducción y reconocimiento de la fortaleza masculina en favor de la pareja, sobre todo en el matrimonio: el hombre viril, íntegro, honesto, trabajador, fiel, era quien ejercía de muralla protectora entorno a la mujer. Protección anímica y física, si llegaba el caso. "Tener un hombre en casa", sobre todo por las noches, cuando la intimidad requiere protección y seguridad, era y es -que no se engañen- condición necesaria para el sosiego de una mujer. Al menos, de la mayoría de las mujeres, que siguen optando por la vida en pareja, lo mismo que la mayoría de hombres.
ResponderEliminarDesde esta perspectiva, la irritabilidad femenina podía manifestarse en ocasiones cono cachetes o golpecitos en el cuerpo del hombre, sin más intención que la de "llamar la atención" del hombre hacia detalles y circunstancias concretas que podían molestar la mujer -un chiste algo subido de tono, esos ronquidos, aquella mirada furtiva hacia la rubia cañón,...- Todo ello se resolvía en esa especie de juego pactado inconscientemente en la propia naturaleza de las relaciones de un hombre y una mujer. Pensad en esa imagen de una mujer cogida del brazo del hombre, inclinada hacia él, que de vez en cuando le da un "toque" suave en la cara, un golpe sin fuerza en el brazo mientras pone una mirada fingida de indignación sin perder la sonrisa, ante la complacencia del hombre. Ambos sabían que aquello era un juego que les unía más y les ayudaba a conocerse mejor. No había en esos gestos la más mínima pretensión de dominio o de humillación.
Ahora observo, en estos tiempos, que esa complicidad se está perdiendo. Estos gestos, como el que sale en el anuncio que cita Álvaro, empiezan a cansar y a irritar, a perder fuerza emotiva. Creo que la mujer de a pie está cosechando uno de los peores frutos del desprecio hacia el hombre: indiferencia hacia ella. A ellas les gusta llamarlo "miedo al compromiso" por parte del hombre.
Juan Ronaldo
Teniendo en cuenta que según quién lo dé un cachete es considerado maltrato resulta poco serio que luego en la publicidad se abuse de él. Recordábamos hace pocas fechas el anuncio de Eco vidrio o lo sucedido en el programa Pasalabra con Paz Padilla actitud que al parecer tuvo premio porque pocas fechas después le dieron la campaña al programa que presenta. Y lo que sí sabemos es que existen comités de vigilancia de la publicidad que se emite y que en ellos hay un lugar reservado para las organizaciones feministas que quizá debieran explicar esa doble moral.
ResponderEliminarHaití tres años después: http://www.lavanguardia.com/internacional/20130112/54361834034/tres-anos-despues-del-seismo-de-haiti-los-fondos-para-la-reconstruccion-provocan-criticas.html
ResponderEliminarAlberto