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17 junio, 2011

¿Iguales e intercambiables? (2)

El feminismo lo mismo se queja de las limitaciones que para la promoción profesional de la mujer constituye el cuidado de los hijos, como sostiene que eso de la custodia compartida es una estratagema de maltratadores para restar derechos a las mujeres y los hijos. Que la maternidad supone la más clara demostración de la superioridad moral de la mujer, como que se trata de una imposición masculina.

Jamás se pensó en resarcir a los varones por el tiempo de permanencia en el servicio militar y, cuando  en alguna ocasión se plantea siempre tropieza con su oposición.

El feminismo deberá explicar cómo encajar en su teoría de la sociedad patriarcal,  sociedad según ellas concebida como instrumento de los hombres para dominar y explotar a la mujer, la mayor esperanza de vida de las mujeres, también su menor número de suicidios y accidentes de tráfico y laborales, que  las cárceles estén llenas de hombres, o que el hombre se quede para sí  un deporte tan de riesgo como la guerra.

Cómo naciendo aproximadamente 106 varones por cada 100 mujeres, finalmente ellas terminen siendo mayoritarias.

Para las más recalcitrantes, para las que incluso la salud y la enfermedad son fruto de ese sistema de dominación, por qué la epilepsia, esa enfermedad maldita de la que incluso Julio César  tuvo que ocultar que padecía,  ataca sobre todo a los hombres, por qué la hiperactividad se produce en la proporción de 5 niños por 1 niña,  por qué cuatro veces más varones sufren autismo, 5 por cada una tartamudeo, por qué la esquizofrenia es una enfermedad casi exclusivamente masculina, etc.  

Por qué si la ciencia, la filosofía, el pensamiento,  forman parte de ese entramado de cosas concebidas para fortalecer esa dominación masculina sobre las mujeres, en tantos casos ha supuesto la muerte o persecución por el poder (masculino) de esos mismos científicos, pensadores, filósofos, hasta el punto de convertir su actividad en unas de las de más alto riesgo.

Si somos iguales en inteligencia por qué el mayor fracaso escolar masculino, por qué el mayor abandono escolar de los varones. Por qué algo que tan incontestablemente se produce en nuestro país como esa realidad de que entre un 30 % y un 50% de los varones fracasan en la enseñanza obligatoria,  no es objeto de atención en una sociedad en la que de hacer caso al feminismo y las feministas la lógica imperante es la masculina y las reglas que rigen son patriarcales.

Si lo que rige es la dominación masculina por qué los oficios más duros y de riesgo están reservados a los varones. Por qué se mira con ojos distintos que sea un hombre o una mujer quien no se incorpore a la vida laboral. Por qué la posibilidad de vivir como una reina está reservada a las mujeres,  ya que hay muchos hombres que aceptan de buen grado que su mujer no trabaje mientras él lo hace 10 o 12 horas diarias, pero a la inversa no sucede, me atrevo a decir en ningún caso.

Si el  hombre se reserva para sí todos los poderes ¿debiéramos interpretar que la ley contra la violencia de género o la actual ley de divorcio están concebidas para favorecer al hombre?

En qué se distingue lo que hoy exige la mujer de trato preferente a lo que sin estar escrito regía como norma social en tiempos del Titanic de tal modo que los muertos fueron casi todos varones por aquello  de: “las mujeres y los niños primero”.

Bien pensado la mujer quiere frente a la justicia y en toda ocasión ser considerada autoridad, es decir gozar de la presunción de credibilidad frente al otro al que se coloca en situación de  presunción de culpabilidad. Esos principios son los que rigen en aplicación de la Ley contra la violencia de género, pero en realidad se pretende universal y aplicable a todas las situaciones, por ejemplo en el mundo laboral con el acoso sexual y laboral, o en el ámbito escolar con el mobbing , hasta el punto de que en los empleos ocupados mayoritariamente por mujeres poco a poco se va generalizando su implantación: educación, sanidad, etc.

El rodillazo en los huevos, cada vez con más frecuencia, es presentado  como una acción a la que el castigado se hizo justo acreedor.  No existe problema en divulgar este tipo de violencia porque no es de género.

En este mundo las mujeres se han hecho acreedoras a todos los derechos y casi ninguna de las obligaciones,  por la explotación de que fue objeto su género en otros momentos históricos, o por la de que todavía son víctimas las mujeres de otras culturas. Al hombre cuando no se le puede acusar directamente se le hace responsable “subsidario” de lo que presuntamente hicieron sus antepasados o de lo que hacen sus coetáneos en otras partes del mundo. Incluso cuando en su historia nada hay que recuerde una concepción de los sexos como la que se tiene por ejemplo en  la cultura islámica.

Aún cuando tantas realidades palpables como las catedrales o las carreteras son fruto del trabajo del hombre,  el feminismo juega constantemente a presentar al varón como un vago que se aprovecha del trabajo femenino.




3 comentarios:

  1. Sobre el tema del fracaso escolar masculino, la "explicación" que está emergiendo en algunos ámbitos es que es consecuencia de la burbuja inmobiliaria. Lo cierto sin embargo es que ya a finales de los 80 y principios de los 90 en muchos países occidentales ya se estaba detectando esta creciente brecha de género, que tiene más que ver con otros aspectos que se han discutido ampliamente en este blog (feminización de la educación, metodologías que no favorecen a los chicos...). La burbuja inmobiliaria proporcionó, brevemente, una salida a muchos chicos que ya estaban abocados al fracaso escolar. Cuando la burbuja inmobiliaria lleva ya varios años pinchada, la brecha de género educativa sigue aumentando. Afecta también a países con un modelo económico diferente a lo que ha sido el español. Y mientras no se aborden las verdaderas causas, seguirá en aumento. Pasa un poco como la violencia en el ámbito familiar. Mientras se ignore el carácter bidireccional de este tipo de violencia, fuera de los patrones de la ideología de género, poco se podrá avanzar. Recomiendo no perder de vista el siguiente análisis, del que ya algunos medios españoles comienzan a hacerse eco: http://www.escorrecto.org/

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  2. Anónimo5:16 p. m.

    Dice Emilio, y muy bien dicho, que no se puede plantear resarcir a los varones por el tiempo de servicio militar. Tiempo de esclavitud, pues no es si no esclavitud un trabajo forzado y con graves castigos de manifestar insumisión al mismo. crreo que cualquier partido, asociación o coallición de elegibles que se planteara participar en las (próximas)elecciones con un programa masculinlista, o mejor de igualdad, debería recoger en su programa dicha compensación. que debería contener los sueldos y cotizaciones no percibidos,actualizados y compensados por la demora, además de reconocer los servcios prestados a la administración en las diversas situaciones en que se deben reconocer, como por ejemplo en los procesos selectivos y promociones de funcionarios.
    Arturo

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  3. Lo del servicio militar obligatorio exclusivamente para los varones y nunca contestado por el feminismo constituye uno de esos puntos negros, que evidencian, que la pretendida igualdad que defienden se queda siempre a las puertas de lo que no les gusta. Y hay un montón de cosas que no les gustan: trabajos duros y pesados, profesiones de riesgo, jornadas de trabajo extras, etc. etc.

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