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14 diciembre, 2012

Cuando la osadía propia la puede acabar pagando otro



La verdadera cuestión que plantea el vídeo recogido en este enlace es la de quién pagaría la provocación y el atrevimiento de esta chica en el supuesto, por poco probable que sea, de que algo se torciese y acabase mal, teniendo en cuenta que en nuestra legislación en una relación como de la que habla sólo puede haber un acusado de acoso, y ese sería él, y lo sería en el más alto grado teniendo en cuenta su posición de superioridad en tanto que jefe.






1 comentario:

  1. Probablemente los creativos del anuncio han leído este libro publicado por una economista de la London Business School:

    http://www.slate.com/articles/news_and_politics/interrogation/2011/08/questions_for_catherine_hakim.html

    En la entrevista claramente anima a las mujeres a hacer usos de su "capital erótico". El libro se subtitula el poder de atracción tanto en los despachos de dirección como en el dormitorio. Claramente recomienda a las mujeres que utilicen el sexo para subir por el escalafón (climb up the ladder). Como señala Emilio es una situación win/win para ellas. Lo justifica como forma de compensar la supuesta discriminación sexual que existe en las empresas de los países desarrollados en la cultura occidental: "The whole book is about how valuable erotic capital is for men and women, but the main problem is there's sex discrimination and that women are not getting the kind of economic returns that men are getting. They're getting lower economic returns. And therefore, the argument is women need to do some catching up, and women need to make sure that they get the kind of return that men are already getting. That's really the key point about this."

    Atrás han quedado mis compañeras feministas de los años 70 que cultivaban el "feísmo" para ser tratadas como iguales atenuando ese capital erótico del que no querían aprovecharse.

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