Personalmente pienso que tanto el libre
albedrío como el determinismo, en las formulaciones al uso, son falsos y aunque sé que a algunos esto les
irritará la solución seguramente está en algún punto intermedio mudable para
cada persona. Si acaso
tuviese que hablar de algún determinismo sería el que tendría que ver con el
hecho de que los hombres rehúyen el tema de género salvo cuando son víctimas
del mismo, o se dedican a la política, en cuyo caso serán sus máximos
abanderados según lo políticamente correcto.
Frecuento distintos blogs: de economía,
de derecho, de educación… y observo una constante (no una constante física):
los hombres hablan de cómo abordar los temas del paro, la banca, o de cómo se
distribuye la renta, y las mujeres de cómo afectan esas cosas a las mujeres y
qué hacer para que lo hagan en su interés, de la discriminación salarial
femenina, el techo de cristal o de si las pensiones de viudedad son muy bajas.
En los educativos los hombres hablan de
si Europa está viviendo una verdadera hecatombe educativa o de si los planes de
estudio deben contener más matemáticas, las mujeres de cómo conseguir interesar
a las féminas por la ciencias y las ingenierías, o que la clave para el éxito educativo está en
la obligatoriedad del tramo 0-3 años, y por supuesto unos y otras silencian que
el actual modelo educativo, particularmente en sus etapas iniciales, está
concebido según un rígido canon femenino y los resultados de los varones no hacen
más que empeorar de año en año.
Y otro tanto cabría decir de los de
derecho, hasta el punto de que una juez, a raíz de una crítica de Almudena
Grandes a la instructora del caso de los ERES en Andalucía, le reprochó no
haber hecho gala de la solidaridad femenina, y, al menos expresamente, a nadie
salvo a mí le pareció que eso en boca de ella ponía en tela de juicio su
posible imparcialidad. Por supuesto la inmensa mayoría de ellos silencia la
crítica a leyes como la de violencia de género, ya no digamos el más general
del deterioro de la igualdad jurídica de hombres y mujeres.
Pero, es que, en otro blog de derecho cuyo autor es varón,
después de analizar el destrozo provocado en el derecho de familia en los
últimos años, cuando como expresión de ese deterioro le tocó analizar la
pensión compensatoria, el ejemplo que se
le ocurrió fue el de un hombre que había
dado el braguetazo y en consecuencia se hacía acreedor a una muy elevada a costa de las finanzas de la ex. Claro
que un eurodiputado que también escribe en el mismo blog acabó culpando a
algunos funcionarios, varones por más señas, del desastre que supuso la
inversión en un estudio sobre la uniformización del tallaje de la ropa
femenina.
En fin, me voy a uno con vocación de blog
de divulgación científica y me encuentro
otro tanto de lo mismo, los varones (con algunas excepciones) rehúyen el tema
de género, aunque para ello tengan que refugiarse en un nivel de abstracción tan
alto que las diferencias por sexo no
sean perceptibles, y eso los sitúe en una
burbuja que los aleja del mundo en el que habitan unas cuantas millas. Mientras tanto la historia se escribe día a día según
un patrón que podía expresarse como: ellos se ocupan del mundo y ellas de sus
cosas.
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