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30 marzo, 2007

Diferencias salariales

La verdad no quería dejar pasar por alto el comentario de Rodríguez Zapatero en el nuevo programa “Tengo una pregunta para usted”, en el sentido de que las mujeres ganan un 20 % menos que los hombres. Resulta que ahora es un 20 %, pero hace muy poco tiempo la Agencia Estatal Tributaria daba un porcentaje del 30 %, y según una información en portada de El País de hace un año del 40 % http://www.elpais.com/articulo/elpporsoc/20060303elpepisoc_2/Tes/sociedad/hombres/cobran/media/mujeres/Espana Cualquiera de los que me leéis seguramente podéis añadir vuestra propia experiencia y aportar varios porcentajes más.

Alguien se imagina que se pudiese estar dando este baile de cifras en relación con la inflación, o la renta nacional, o la renta per cápita, o la tasa de paro y ocupación, o el incremento de precio de la vivienda. Sencillamente si eso estuviera sucediendo no habría más remedio que hablar de un país de chirigota. El porqué eso sucede con el tema de las diferencias salariales entre hombre y mujer, sin que nadie se atreva a exigir la verificación y contraste de tales cifras responde, por una parte al “todo vale”, que tanto los grupos feministas como el Gobierno, han decidido aplicar en todo lo relacionado con la “igualdad” , y por otra, al espeso silencio que desde el statu quo se pretende imponer en relación con todos estos asuntos, sin que falte quien identifique cualquier discrepancia o desacuerdo con no se sabe qué machismo, neopatriarcado, o cualquier otro neologismo inventado para la ocasión.

La estadística en los países democráticos es una de las herramientas imprescindibles, no sólo para conocer la realidad del país, sino para garantizar la calidad de su democracia. De una información fiable y veraz dependen muy importantes decisiones en el plano político y social, y reforzar su calidad es tanto como reforzar la calidad de su democracia y la justeza de sus políticas. A los grupos feministas les pediría honestidad intelectual en la elaboración y manejo de éstas; al Gobierno con su presidente a la cabeza, creo que me asiste el derecho a exigirles que no se juegue al engaño en un asunto tan sensible y del qué tantas cosas dependen. Pues asusta pensar, que por ejemplo una Ley como la de Igualdad haya podido estar elaborada en base a ese tipo de información estadística.

Finalmente decir que, si además ese o cualquier otro porcentaje fuera cierto, habría que hablar del fracaso rotundo no sólo de la inspección de trabajo, sino también de todos cuántos tienen por bandera la defensa de la igualdad y no discriminación, incluidas agrupaciones feministas y colectivos de mujeres, sindicatos, partidos y desde luego y en mayor medida que ningún otro de los citados el propio Gobierno, que sería el primer responsable de que eso no sucediese. De todas maneras me evita seguir imaginando posibilidades en este asunto el hecho de que, el propio ministro señor Caldera haya tenido que bajar a la palestra y aclarar en un entrevista concedida a El País después del revuelo ocasionado con la publicación de la información del 40% que, “por el mismo trabajo hombres y mujeres perciben el mismo salario”. En fin sería deseable también un mayor celo por parte de los profesionales relacionados con estas materias, para denunciar tanto abuso, pues no debemos olvidar que puede que sean falsas, pero montón de decisiones se están tomando como si fueran verdaderas.

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