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27 enero, 2011

La reforma del sistema de pensiones y el poder masculino

Al ver la mesa de negociación del nuevo sistema de pensiones nadie dudaría en afirmar que se trata de una manifestación evidente del poder masculino, entendiendo éste como quiere que lo  entendamos el feminismo, pero también algunos otros. Allí estaba el presidente de la patronal con su asesores, los secretarios generales de los sindicatos con sus negociadores, el Gobierno con los suyos, incluso contó con la presencia del Presidente que parece que contribuyó a darle un impulso, si hemos de creer lo que cuenta El País.

Pues bien, esa nutrida y poderosa representación del poder masculino, nos da un acuerdo en el que ha traicionado sus propios propósitos de ampliar la edad de jubilación en función de la mayor esperanza de vida, puesto que ha sido así sólo para los hombres olvidando que la de las mujeres es de 6 años más. Tampoco se tendrá en cuenta el tiempo de permanencia en la mili de los que en su momento la tuvieron que hacer, como es mi caso, pero sí se primará con 9 meses por hijo y hasta un máximo de 2 años a las madres, que ya se sabe que lo de los padres es mera cuestión nominal, y a falta de conocer en detalle los acuerdos será interesante saber qué va a pasar con aquellas profesiones, desempeñadas por hombres,  que hasta el presente tenían una consideración especial a la hora de la jubilación como los marineros, los mineros o la construcción.

En cualquier caso y pase lo que pase con este último punto, lo que parece claro es que lo del poder masculino, es una auténtica tomadura de pelo, porque sea éste el pacto que analicemos o cualquier otro sobre cualquier materia: educación, sanidad, ley de dependencia, etcétera si hay alguien que parece blindado a cualquier decisión en su contra son las mujeres, y si hay alguien a quien siempre se podrá sacrificar esos serán los varones. Es evidente que lo del poder masculino no deja de ser otro de esos grandes inventos del feminismo para pretender que miremos al dedo y nos olvidemos de la Luna. Y mientras esto sucede muchos hombres seguirán arreglando los problemas del mundo, desde poderosas instancias de poder masculino, también desde aquellas otras que carecen de él.


P.S. En el tema de la cotización por hijos parece que ha habido alguna rectificación y se contempla la posibilidad de que se pueda aplicar a los padres también. Lo que creo que pinta muy mal es lo de las profesiones que hasta el presente tenían edades de jubilación adelantadas debido a su dificultad y riesgo. 

15 comentarios:

  1. Anónimo12:44 p. m.

    Y aún no podemos quejarnos: en la mayor parte de Europa las mujeres se jubilan mucho antes que los hombres, con los mismos derechos: en Italia cinco años antes, ni más ni menos. Pobrecitas mujeres oprimidas por el terrible patriarcado.

    (Athini Glaucopis)

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  2. Humberto1:21 p. m.

    El asunto del poder de los hombres ha sido un gol por toda la escuadra que nos han colado las hembristas, y lo digo porque hay muchísimos hombres que también se lo han creído. Se trata de una clara manipulación del lenguaje, sí, ese tema por el que tanto protestan ellas, cuando les conviene. No es lo mismo decir "el poder está en manos de hombres" (esto hay que reconocer que es cierto) que "los hombres tienen el poder", lo cual es totalmente falso. La diferencia está en que en el primer caso nos estamos refiriendo a que la élite minoritaria que maneja el poder en nuestra sociedad (economía, política, ejército, iglesia, medios de comunicación…) está compuesta sobre todo por hombres, pero ojo, una minoría de los hombres. En el segundo caso, "los hombres tienen el poder", es mentira, porque "los hombres", o sea, la mayoría de los hombres, tienen tan poco poder como la mayoría de las mujeres, casi ninguno. Con la diferencia de que las mujeres tiene más poder en el ámbito familiar, pero ese ya es otro tema. También sería otro tema ver si la élite de hombres poderosos defienden los intereses de la mayoría de los hombres, creo más bien que no, como demuestra lo que comentas, Emilio, de los negociadores de la reforma de las pensiones.
    Siempre que comento esto pongo como ejemplo las afirmaciones "casi todos los etarras son vascos" (evidentemente cierto) en contraposición con "casi todos los vascos son etarras" (evidentemente falso). Pues de la misma manera, no es lo mismo "las personas poderosas suelen ser hombres" (cierto) que "los hombres suelen ser personas poderosas" (falso). Creo que es una axplicación sencilla, pero me cuesta muchísimo trabajo que se admita. Es una de las falacias hembristas que más nos interesa a los hombres desmentir, porque es la base que les permite justificar, por compensación, cualquier injusticia a su favor.

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  3. Humberto, hay dos campos en los que ya no es que nos chuleen, es que nos vapulean. El primero es la lengua, haciéndonos tragar cualquier cosa en relación con el sexismo en el lenguaje. Quieren la norma cuando les va bien, y romperla cuando les apetece.

    Debiéramos hacer algo de eso nosotros y utilizar como genérico el femenino cuando se tratase de hablar de algún problema o de algo en negativo, como intenté no sé muy bien con qué éxito en la entrada Fracaso de las madres...

    El otro campo en que su dominio es absoluto, es el de las encuestas y las estadísticas. En este terreno mi impresión es que no hay una sola que circule por los medios o para el público en general, que no cuente con su beneplácito, porque de no ser así no se publica. Por ejemplo, sería muy interesante conocer una que nos dijese cuántos varones que no hayan cotizado están percibiendo una pensión del tipo que sea, y cuántas mujeres.

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  4. Anónimo3:28 p. m.

    "Humberto dijo... [...] el poder está en manos de hombres" (esto hay que reconocer que es cierto)"

    Y más cierto aún sería precisar que detrás de cada hombre que ejerce el poder siempre está su distinguida esposa. Además, en los tiempos que corren, se da la circunstancia de que muchas de estas esposas de hombres poderosos han abrazado la ideología de género, porque el feminismo, que yo sepa, no es cosa de "marujas"...

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  5. Hola de nuevo.
    Primero de todo, agradecer a Humberto que utilice la palabra "hembrista" y no "feminista". Lo veo poco, y cuando es así lo agradezco, las cosas por su nombre.

    Por otra parte, creo que no hay que mezclar cazos con ollas, cuando por ejemplo se habla de lo pobrecitas que son las mujeres en temas del pasado. Creo que ahí sí que hay que ir con cuidado, hace menos de 50 años yo no hubiera podido tener una cuenta bancaria o una propiedad a mi nombre, y sobre el tema del maltrato, he visto ya más de dos y tres casos en los que el abuelo de un conocido tenia por costumbre "enseñar" respeto a su abuela. Y era lo normal.

    Ahora, que hoy en día se esté intentando (y consiguiendo en algunos casos) dar la vuelta a la tortilla, estoy completamente de acuerdo con vuestras quejas.

    Respecto al lenguaje... Mirad por ejemplo la expresión, con perdón, de cuando algo es una pasada (es la polla), o cuando es un asco (es un coñazo), y hay más ejemplos de este tipo. Que se intente cambiar es pos de la igualdad me parece bien (como se cambió en UK lo de fireman por firefighter), pero como decís tiene que ser algo recíproco, no cambiar lo que a cada uno le interese más.

    Respecto al resto de opiniones, en general estoy de acuerdo, a ver si entre todos podemos ser personas y no hombres y mujeres encasillados, como dicta el título del blog.

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  6. Anónimo6:01 p. m.

    ¡Ojo a la noticia! que bien podíamos titular: El acoso que no cesa (a los varones)

    http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/01/28/00031296227873814197123.htm

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  7. Anónimo6:04 p. m.

    Y ¡ojo! esta otra que confirma lo que en esta bitácora se viene diciendo desde el comienzo de la crisis

    http://www.elpais.com/articulo/economia/ocupacion/solo/sube/mujeres/mayores/anos/elpepueco/20110128elpepueco_7/Tes

    Alberto

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  8. REspecto de lo del poder que dice Humberto, recuerdo aquello que decía Warren Farrell que el feminismo ha sido bueno para estudiar las situaciones en que los hombres tenian poder y las mujeres no, pero ha olvidado las situaciones en que las mujeres tienen poder y los hombres no; aparte de la deliberada confusión entre la minoria poderosa y la mayoría.
    Cuando leo el link de la notícia de la voz de Galicia, lo que veo es el "premio" que se van a llevar las sociólogas y otras universitarias por realizar estos estudios. Con la invocación de la "igualdad" y los derechos de las mujeres se ha constituido un lobby de universitarias de clase media que ahí tienen su modus vivendi. de ahí que el feminismo sea tan miope a la hora de abordar los problemas reales de las mujeres, sobre todo las de clase trabajadora (cuyas preocupaciones no concuerdan con las universitarias) o de las mujeres emigrantes, sin ir más lejos.
    Digo esto último porque en el instituto que doy clases ya tengo unas cuantas alumnas magrebíes que las han sacado antes de acabar para casarlas. Los profesores pasamos del pasmo a la preocupación por la pobre chica (y yo añado: también su marido; dudo que lo haga feliz); pero no vemos ningun instrumento para abordar algo tan complejo.
    Son chicas de 16 o 17 años, no tienen ingresos propios, no tienen fuerza para plantear a sus familias una alternativa que satisfaga a todos (ellas y su familia, de la cual dependen muchísimo).
    Por otro lado en mi instituto vienen unos monitores para hablar de la violencia de género. Ahí sí que hay dinero y apoyo insitutcional. Tengo ganas de escribir en mi blog sobre cómo lo veo, aunque mi resumen es que ese programa sirve de muy poco, incluso puede tener aspectos contraproducentes. Pero el que ha diseñado el programa se ha quedado a gusto vertiendo todos sus prejuicios misándricos. Seguramente ahora estará con eso de los funcionarios de la notícia de la voz de galicia

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  9. Gracias Alberto. He decidido poner ambas noticias como una entrada.

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  10. Enric, en mi opinión lo del poder masculino se resquebraja por todos los lados. De ser cierta esa lógica de que por ocupar los puestos más altos del poder económico o político por hombres significase poder de un género para usar contra el otro, ni ne la 2ªRepública española hubiese sido posible el voto femenino, ni en la actualidad estaríamos quejándonos de una legislación que a quien machaca es a los varones puesto que todo ello sucede en un contexto en el que los hombres son abrumadora mayoría a la hora de tomar esas decisiones. Como tampoco sería posible que en el momento actual el único poder que actuase con completa autonomía fuese el femenino y el Consejo de Ministros se limitase a ratificar sus propuestas. Si los hombres hubieran usado el poder con la lógica de género que se deriva de los análisis feministas sociedades como la nuestra donde la mujer no sólo goza de los mismos derechos que los hombres también de muchos privilegios adicionales no serían posibles.

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  11. Anónimo8:28 p. m.

    Querida Minerva, cuando afirmas "hace menos de 50 años yo no hubiera podido tener una cuenta bancaria o una propiedad a mi nombre" estás demostrando hasta qué punto el hembrismo dominante ha logrado que exageraciones disparatadas sean consideradas ciertas, incluso por quienes, como tú, intentan ser imparciales.

    Hace cincuenta años cualquier mujer occidental podía tener propiedades a su nombre (y también hace dos mil años: el derecho romano jamás negó que las mujeres pudieran ser propietarias); a este respecto, lo que dices es sencillamente falso.

    Por otra parte, lo que tantas veces se ha repetido de que "una mujer no podía tener una cuenta bancaria a su nombre", sin ser una falsedad absoluta, es una peligrosa media verdad: una mujer podía tener una cuenta bancaria a su nombre, pero precisaba para ello contar con el permiso de su marido SI SE HABÍA CASADO EN RÉGIMEN DE GANANCIALES. Pero también es verdad que cualquier mujer estaba en su derecho de, al casarse, exigir la partición de bienes (mediante las oportunas capitulaciones matrimoniales), con lo que su patrimonio pasaba a ser exclusivamente suyo, y no precisaba el permiso de su marido para nada.

    Pasando al tema del lenguaje, una vez más tengo que decirte que ese argumento que utilizas ("coñazo" como despectivo, y "la polla" como meliorativo) es también falso. Para empezar, decir de algo que es "la polla" no quiere decir que sea "muy bueno", puede tanto ser "muy bueno" como "muy malo", simplemente es una expresión cuantitativa (de hecho tú misma lo describes como "una pasada", expresión que puede ser muy negativa: "pasarse" no es bueno). En realidad estos dos ejemplos que tú recoges son sólo pruebas de lo que los lingüistas llaman "desemantización": determinadas palabras tabuadas (y todas las relacionadas con el sexo lo son) son utilizadas (especialmente por los adolescentes) de forma abusiva, para dar énfasis, pero con gran imprecisión semántica. Quizás conozcas la palabra "carajo": es el antiguo nombre para el órgano genital masculino (en Galicia aún se conserva esta denominación: "carallo"); pues bien, se abusó tanto de esta palabra en español durante siglos para describir cualquier cosa (generalmente negativa) que al final dejó de utilizarse con el valor que en principio le era propio: todavía hoy "un carajal" es una situación complicada y desagradable, y "ser un carajo" es algo muy semejante a "ser un coñazo". La misma ambigüedad afecta a "cojones": las feministas suelen recordar que "cojonudo" quiere decir "muy bueno" (pero suele usarse irónicamente, con lo que pasa a significar todo lo contrario), pero olvidan que "de cojones" acostumbra a utilizarse con valor negativo ("tengo un horario de cojones" normalmente quiere decir que es un horario muy malo). Si buscas en el diccionario, verás que entre las acepciones de la palabra "macho" está la de "animal de carga", y "machada" es una "acción estúpida". Podríamos seguir con muchos otros ejemplos, pero espero que todo esto sea suficiente para dejar claro que en el léxico de una lengua como el español es muy fácil encontrar ejemplos de usos aparentemente degradantes para los dos sexos; por desgracia, las autodenominadas feministas (a las que tú prefieres llamar 'hembristas') se dedican a seleccionar los ejemplos que actúan sólo en un sentido, olvidando por completo todos los que demostrarían lo contrario.

    athini_glaucopis@hotmail.com

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  12. Minerva, en todo Iberoamérica huevón y huevada tienen una clara carga despectiva. En gallego carallada, puede ser celebración, pero puede ser también cosa mal hecha. Lo que está teta es que está muy bien...

    Es evidente que hasta el presente no hay estudios desde el lado masculino en relación con ese aspecto sexista del lenguaje, pero a falta de ellos, puedo decirte que el uso de padres exclusivamente para hablar de algo malo o de cuando los hijos no van bien, resulta una artimaña de lo peor, ya que es para lo único que aparecen los padres.

    Hay mucho gato encerrado en todo esto y es evidente que las que sabéis estarle sacando partido sois vosotras. Pero efectivamente estas cosas como mejor se resuelven es estudiándolas en profundidad y realizando los cambios en el diccionario pero también en el uso que hagan falta.

    Las propuestas recogidas hasta el presente traen la misma carga sexista que se quiere corregir y en algunos casos como los recogidos en la última entrada de Sexismo en el lenguaje, sólo pueden recibir el calificativo de lamentables. Sustituir trabajadores y trabajadoras, por personas que trabajan, además de no evitar el sexismo, resultan completamente disparatadas.

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  13. He de aclarar que mi último comentario, lo he colgado sin saber que estaba a la espera de aprobación el de Athini, de ahí que pueda parecer un poco repetitivo, incluso recurriendo a la misma palabra en gallego y castellano.

    Si en la tele se dice circunstancias del directo, aquí no sé cómo se diría pero por ahí va la explicación.

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  14. Anónimo1:28 p. m.

    http://www.lavozdegalicia.es/dinero/2011/01/30/0003_201101G30P36991.htm

    Alberto

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  15. A mí me da la sensación, y espero estar equivocada, que cada vez que hago un comentario muchos se friegan las manos para ver qué digo y saltar (por suerte agradezco que haya excepciones). No es lo mismo saltar que argumentar.

    Estoy aquí para mostrar mi punto de vista y aprender de los errores que pueda tener, pero espero lo mismo de los demás. Por eso espero que al menos se tenga eso en cuenta, y que no haga falta ir a mi blog a hacer una caza de brujas para revisar qué posts míos son correctos o incorrectos (como el señor anónimo ha hecho). Por otra parte, yo particularmente no estoy sacando partido a nada ni beneficiándome de nada con esta situación, ya que me da más vergüenza que otra cosa, y tengo que ir con mucho cuidado de hablar de feminismo con nadie.

    Respecto a la cuenta bancaria, indicar este link: http://www.educacion.es/sgci/be/es/publicaciones/mosaico/mosaico1/mos1b.pdf, y matizar. Las mujeres no podían abrir cuentas bancarias si no era con el consentimiento de sus maridos, ¿estamos igualmente ante una forma de opresión?, yo creo que sí. Es algo que mi abuela también comentaba, incluso mi madre, ya que me tuvo mayor para ser de aquella época: "tras la guerra civil, toda la legislación estaba encaminada a la vuelta a una vida familiar tradicional con papeles muy definidos: así, por ejemplo, la mujer casada no podía trabajar sin consentimiento de su marido, abrir una cuenta bancaria, disponer de los ingresos de su trabajo, comprar bienes...", "...desde 1942 las reglamentaciones de trabajo disponían que al casarse las mujeres debían abandonar sus empleos...", "...no podían presentarse a oposiciones de juez, inspector de trabajo, notario, agente de bolsa...".
    Sé que el link es el ministerio de educación, pero es de la Consejería de Educación y Ciencia de Bruselas.

    Nosotros mismos llevamos delante el apellido de nuestro padre antes que el de nuestra madre (aunque ahora pueden intercambiarse).

    Respecto al lenguaje, una cosa es lo que signifique algo oficialmente y otra muy distinta el sentido que se le da en el lenguaje. Muchos siguen llamando feministas a las hembristas, cuando feminismo y hembrismo son tan distantes como machismo y masculinismo.
    Jamás he escuchado a alguno de mis amigos, compañeros o familiares, decir que algo malo es "la polla", o que es "de cojones". De hecho, justo este mismo fin de semana uno de ellos me dijo que le habían asignado unas vacaciones "de cojones", porque había conseguido un buen acuerdo con su empresa. Habrá excepciones, por supuesto, pero hablo en general.
    Con esto no estoy diciendo que no haya discriminación linguística hacia los hombres, estoy comentando la que afecta a las mujeres. También puedo decir que hay montones de calificativos negativos de índole sexual hacia las mujeres, y muchos positivos para los hombres que como ellas demuestran tener una vida sexual agitada.
    Algunos dáis por sentado también que cuando digo esto demuestro estar a favor de cosas como "hola a todos y a todas" o como ya han dicho sustituír trabajadores y trabajadoras por "personas que trabajan". La respuesta es un rotundo NO. No estoy de acuerdo en cambiar eso porque para mí es una tontería que no lleva a ninguna parte, y como estamos discutiendo tanto en este blog como en otros hay cosas más importantes por las que luchar ahora.

    Una cosa es admitir que hay discriminación hacia los hombres, que lo admito, y otra decir que todo lo que ocurrió en el pasado como opresión a las mujeres, cuando saco el tema, es todo invento de las feministas o misandria (http://es.wikipedia.org/wiki/Machismo).

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