Hoy publica El País un artículo César Molinas: La educación de las élites españolas, en el que propone la creación de un circuito público, exclusivo pero no excluyente, de centros de enseñanza de excelencia.
Aún cuando comparto buena parte de la argumentación de Molinas entiendo que no se puede arrojar tan pronto la toalla y renunciar a una reforma integral del sistema para atajar no sólo la cuestión importante de la excelencia -mejor sería decir ausencia de excelencia-, de nuestro sistema educativo, también para afrontar de una vez el problema del fracaso y el abandono escolar y en general la calidad del sistema que reflejan los siguientes datos: “En el informe de Competitividad Global 2010-2011 elaborado por el Foro Económico Mundial para 139 países, la calidad de la enseñanza primaria española ocupa el lugar 93, la calidad de la enseñanza secundaria y profesional el lugar 107 y la calidad de la enseñanza de las matemáticas y las ciencias el lugar 114.” En mi opinión no debemos renunciar a la idea de un sistema de calidad para todo el mundo y donde la excelencia reciba la atención que se merece.
Pero considero de interés destacar esta otra parte de la cita: “Este desastre parece no preocupar a nadie en España, y menos que a nadie a las familias con hijos en edad escolar… No hay demanda social en nuestro país para mejorar el sistema educativo, esa es la cruda realidad: la escuela española es el reflejo de la sociedad española. Y viceversa.” Es esta una apreciación en la que parece haber unánime coincidencia: la sociedad española no da signos de estar preocupada por la educación de sus hijos. Por los motivos que sea en nuestra sociedad no están funcionando esos mecanismos de alerta que indican cuando las cosas pueden no ir bien. Tenemos un sistema institucional incluyendo partidos políticos, sindicatos y algunas otras instancias intermedias que se han quedado obsoletas en el plazo de unos años y no estamos sabiendo sustituirlas por otras.
Como el día va de información educativa entresaco estos párrafos de la nueva entrada de J.M. Lacasa en IFIE (en el margen derecho de la bitácora).
Los datos, a pesar de la mejora, siguen siendo escalofriantes: en el país de la supuesta equidad, los chicos siguen fracasando un 50% más que las chicas, y en Baleares se fracasa casi cuatro veces más que en Asturias. Una cuarta parte de la población sigue sin la titulación mínima, y se le impide seguir estudiando. Sólo una comunidad, Asturias, se acerca al 10% de fracaso, la cifra que debería tener la peor, y no la mejor CCAA de España.
La mejora global en los dos últimos años es de 4,8 puntos, pero no es igual en todas las CCAA (datos de años anteriores, aquí): mientras que Canarias, Extremadura o Ceuta mejoran entre 9 y 10 puntos, Melilla no se mueve, Aragón y la Comunidad Valenciana no mejoran siquiera un punto, mientras que Baleares mejora punto y medio. En once comunidades siguen fracasando más del 30% de los chicos, pero sólo en dos fracasa el 30% de las chicas. Además, en tres las chicas tienen un fracaso inferior al 10%.
Respecto al asunto que comparto y suscribo casi en su totalidad, una puntualización debo hacer, aún sin todos los datos, pero enla esperanza de que alguien nos arroje mas luz al respecto, Asturias alcanza esa cifra del 10%, si, con datos oficiales, pero también hay que aclarar que "casualmente", es la única Comunidad en la que se ha estado "ensayando" un sistema de "carrera profesional" en que al profesorado de enseñanza no universitaria se le paga de entrada cierta "cantidad adicional" (por ejemplo 100€) PERO se les va disminuyendo del total de emolumentos en función de "ciertos resultados" del alumnado a su cargo, como por ejemplo la llevanza de los cuadernos por asignatura, etc y que yo sepa dicho sistema está paralizado (no se exactamente si judicialmente) debido a las distorsiones y demás dis..... y dis..... que está provocando, al alumnado y también al profesorado.
ResponderEliminarEn resumidas cuentas, da la impresión de que es una burda manera de forzar unos resultados acordes con los deseos políticos, sin atacar la verdadera cuestión, del esfuerzo, motivación, etc, etc... como se ve claramente.
Agradecería que alguien con conocimiento más preciso nos lo aclarara por si hay algo que matizar aún más al respecto, no vaya a ser que el sistema verdaderamente funcione y nos acerquemos si no a la "excelencia" a la reducción del "fracaso"
Luis
A muchos sí nos preocupa la educación de nuestros hijos. No por nada yo, que creo que la educación de calidad ha de ser pública, envío a mi hija a un colegio concertado.
ResponderEliminarEn casa no me duele gastar en libros.
Luis, lo que planteas obliga a una reflexión bastante amplia que me gustaría poder hacer aunque en este momento no me es posible. Como respuestas telegráficas lo que puedo decir es que si lo que preguntas es si el resultado tiene que ver con la "carrera profesional" te digo desde ya que no en lo fundamental, aunque sea obligado ensayar métodos. También puedo decirte que Asturias no es de las más exigentes en cuanto a los baremos, lo que ni invalida los datos ni les quita el importante mérito que tienen.
ResponderEliminarEn cualquier caso desde hace lustros los resultados en la mitad norte son mucho mejores que los de la mitad sur y la costa mediterránea y que particularmente País Vasco (tampoco el nivel de exigencia es alto)y Asturias junto con Castilla-León y La Rioja (en estas dos últimas si es alto el nivel de exigencia, lo que da un valor añadido a la nota obtenida).
Keyser, tienes toda la razón, el problema no es tanto las familias individuales donde hay posturas para todos los gustos, como en el conjunto social que no está sabiendo hacer ver esa preocupación y ese descontento. Yo incluso diría que lo que falla son los mecanismos que el propio "sistema" reconoce: sindicatos, asociaciones pedagógicas, direcciones de los centros,etc. Hay sin embargo toda una red de bitácoras y personas que nos dedicamos a dar la batalla por nuestra cuenta por citar algunas Deseducativos, el propio IFIE que menciono en la entradas, El Café d de Ocata, Nada es gratis, etc.
En este asunto de la educación yo aprecio un problema o una causa del problema,uno más, que es el siguiente: los profesores (de secundaria) son (casi)los únicos profesionales que se forman para cualquier otra cosa menos para su profesión. Me explico, tal como es el acceso a la profesión (opsición en titulados universitarios) estos titulados se formaron para ser filósofos, químicos, biólogos, hosgtoriadores o filólogos, por ejemplo, pero NO para ser profesores: nada de didáctica ni de pedagogía o psicologia, con sus diversas especialidades. Apenas un cursillo-trámite (el CAP) y listos, a enseñar como buenamente puedan. Esto se ve agravado por la individualidad de la profesión y de los profesionales, al parecer incapaces, en general, de trabajar en grupo e intercambiar experiencias. Esto es, al menos, lo que me comentan mis amigos profesores. Se sienten solos, cual lobos esteparios, luchando sin apoyos. Al final, dado que no han sido formados profesionalmente, cada uno hace lo que puede, y la mayoría acaban recurriendo a su experiencia personal como alumnos, osea, acaban intgentando encajar las nuevas exigencias educativa de las leyes y la sociedad actuales con su experiencia personal de otros tiempos, rusltado, el que ya sabemos. Como decía al principio, solo es uno más entre los problemas de la educación. Y, por cierto, ya que este blog va de igualdad y génenro y todo eso...¿que pasa con el hecho de que sean las mujeres inmensa mayoría entre los enseñantes?¿acaso no influlye?¿sería una causa clara de fracaso si la situación fuera la inversa (mayoría masculina)?¿por que siendo los profesorES minoría son en cambio mayoría a la hora de firmar artículos, trabajos de investigación, fuentes de recursos en internet, etc etc. con excepción, claro está, de los trabajos y recursos "de género".
ResponderEliminarEnsayando una respuesta un poco más extensa Luis, diría que en nuestro sistema educativo existe un problema que al igual que tantos otros de los que conforman nuestra realidad social está directamente ligado al género, problema que por otro lado es común a casi todos los países de nuestro entorno. Su principal manifestación es la brecha de género en lo relativo al fracaso y abandono escolar, en una proporción, que como no podría ser de otra manera es más acusada que en el resto de países.
ResponderEliminarEs por lo demás un problema de una magnitud inmensa ya que supone que para todas las comunidades por debajo de la media y, aún después de la mejora, de los últimos años entre un 1/3 y 1/2 de los alumnos varones no obtiene el título de la ESO. Como cualquiera entenderá un dato así y que además se repite desde hace dos décadas debiera haber alertado a las autoridades del Ministerio y las comunidades en busca de ponerle situación, pero no, primero no se reconoce en su especificidad, obsérvese que nuestras autoridades educativas hablan de que nuestro sistema es equitativo, de tal modo que actúan como si no existiese.
Otra de las manifestaciones sería el escaso peso específico concedido a una materia instrumental de extraordinario valor como son las Matemáticas lo que va en perjuicio de los alumnos varones que generalmente obtienen mejores resultados en ella, y que hace que nos situemos en un puesto tan poco envidiable como el que recoge el señalado en el Informe del Foro Económico mundial. Posición 114 de 139 países.
Al lado de cuestiones directamente ligadas con el género, existen además otros problemas relacionados con la concepción constructivista del sistema educativo, y profundos problemas de organización de tal modo que la capacidad para resolver incidencias de tipo académico, o para obligar al cumplimiento de determinados protocolos de funcionamiento pueden hacerse eternos ya que al tónica dentro de la administración es la de eludir responsabilidades. (Si en otro momento tuviera algo más de tiempo continuaría desarrollando estas ideas)
Leed esta noticia
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/Necrologicas/Betty/Neumar/turbia/viuda/multiple/elpeputec/20110616elpepinec_2/Tes
Alberto
El feminismo institucional no sólo es capaz de publicar un engendro en forma de cómic que, con el pretexto de alertar sobre la violencia de género, lo más benigno que llega a ver en la figura masculina es a un depravado moral, también tiene muy claro que las prostitutas no llegan a la categoría de personas por cuanto su opinión no debe ser tenida en cuenta y ya en una alarde inaudito separa a una hija de su madre con el pretexto de que ésta está alargando excesivamente el período de lactancia. Pues bien, mientras desde las instituciones políticas se promueven este tipo de actitudes y de prácticas esto es lo que dicen algunos profesionales sobre el caso
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/sociedad/apoyos/Habiba/elpepusoc/20110615elpepusoc_10/Tes
En un comentario anterior se ha afirmado lo siguiente:
ResponderEliminar"los profesores (de secundaria) son (casi)los únicos profesionales que se forman para cualquier otra cosa menos para su profesión. Me explico, tal como es el acceso a la profesión (oposición en titulados universitarios) estos titulados se formaron para ser filósofos, químicos, biólogos, hosgtoriadores o filólogos, por ejemplo, pero NO para ser profesores: nada de didáctica ni de pedagogía o psicologia, con sus diversas especialidades"
Las frases anteriores recogen una idea muy difundida, y aparentemente muy "de sentido común". Sin embargo, en esta exposición hay al menos dos prejuicios:
1) El prejuicio de que la "didáctica, pedagogía o psicología" son hoy en día disciplinas no sólo teóricas, sino con una aplicación práctica inmediata con resultados contrastados. Lo cierto es que se trata de áreas de desarrollo teórico, y, además, en una fase muy inmadura de dicho desarrollo. En otras palabras, los psicólogos y pedagogos, en general, tienen unos conocimientos teóricos sobre cómo funciona el aprendizaje comparables a los que los médicos tenían sobre la anatomía y la enfermedad a principios de la Edad Media. En realidad, la casi totalidad de los presupuestos teóricos de la pedagogía actual o bien son cosas tan de sentido común que no se precisa de ningún estudio especial para conocerlas (como que hay que ir de lo más sencillo a lo más complejo, por ejemplo, o de lo conocido a lo nuevo), o bien son, sencillamente, prejuicios ideológicos disfrazados de lenguaje pseudocientífico (como el tan difundido de que las diferencias de comportamiento que hay entre niños ni niñas se deben exclusivamente a causas sociales).
2) El prejuicio de que haber sido alumno durante muchos años no es el mejor aprendizaje posible para ser profesor. En las circunstancias actuales lo cierto es todo lo contrario: el más eficaz entrenamiento práctico de que hoy puede disfrutar un docente es de haber sido el previamente alumno.
(Athini Glaucopis).
En relación con algunas de las cosas aquí tratadas y algunas otras que no aparecen pero pueden tener interés os remito a esta entrada reciente en la que entre otras cosas hay una comparativa entre nuestro sistema y el finlandés. La entrada es:
ResponderEliminarhttp://personasnogenero.blogspot.com/2011/04/finlandia-espana.html
Siento estar tan liado que se me hace complicado atender la bitácora como me gustaría.
Anónimo, disculpa por no contestarte antes aunque, al menos parcialmente sí lo ha hecho Athini, cuyas consideraciones hago mías.
ResponderEliminarPero como tocas otras cosas, por ejemplo, la participación en los foros de opinión sobre educación que básicamente es masculina y de esto puedo dar fe porque me muevo por algunos de ellos y siempre la mujer es muy minoritaria. Lo cual revela una vez más que las pautas y los comportamientos masculinos y femeninos en relación con los temas sociales difieren bastante, hasta al punto de que pareciera como si para el sector mayoritario de la profesion: profesoras y maestras no existiesen los gravísimos problemas de nuestro sistema educativo y en particular el fracaso y abandono escolar. No en vano, a mi modo de entender constituye el primer obstáculo a vencer para que este problema adquiera en el debate público el interés que se merece, pero sobre todo que se elaboren las propuestas alternativas que se están haciendo esperar. Quizá sería interesante tratar este asunto de forma más amplia, porque no sólo en el terreno educativo se observa esta dificultad de actuar conjuntamente hombres y mujeres, en este caso profesores y profesoras.
Y todavía algo más. Algunos de los problemas que se presentan como ausencia de formación pedagógica, en realidad son problemas de ausencia de coordinación y protocolos de los diversos departamentos didácticos, así como problemas derivados del sistema organizativo de los centros, por ejemplo elección del equipo directivo y ausencia de ejercicio de su responsabilidad por parte de la inspección. Incluso en casos de problemas de salud mental por parte de un profesor, apartarlo de la docencia es tarea casi imposible, y lo digo porque conozco un caso que viví muy de cerca.
ResponderEliminarElección del equipo dirctivo, uf. Algunos proponen que sean equipos profisionales. No sé, supongo que es el típico problema de elegir entre las diversas ventajas y desventajas que ofrece cada método, y, normalmente tendemos a sobrevalorar las ventajas de lo que NO tenemos.
ResponderEliminarYo propongo que se rofesionalice el cargo de secretario. Es un cambio mínimo y casi intrascendente, pero por eso mismo supongo que no debe cosechar gran oposición. Si no me equivoco las funciiones del secretario son: jefatura del personal no docente, llevar las cuentas del centro y levantar actas de las reuniones. Todas tareas engorrosas para alguien que no sea profesional a las que un profesional confiere eficacia y estabilidad, aunque cambie la dirección. Un administrativo (grupo c)está capacitado para ejercer la jefatura del personal no docente (grupos d y e) y estar subordinado al profesorado (AyB), puede realizar las tareas del aux. admin. o compartirlas cuando sea necesario, por lo que esta medida apenas repercutiría en los presupuestos de Educacion y facilita la carrera administrativa a los funcionarios, pues sabido es que el grupo C es el cuello de botella de la administración. En fin, que me parece un despropósito dedicar el tiempo (y el sueldo) de un profesor para realizar tareas bastante alejadas de lo estrictamente educativo (ojo: la dirección y la jefatura de estudios sí se pueden considerar tareas estrictamente educativas)
Arturo