Quizá antes de reiniciar la andadura de la bitácora convendría recapitular para apuntar algunas cosas. En primer lugar, habría que hablar de la absoluta imposibilidad de uno de los objetivos que se marcaba la bitácora en sus inicios como era el de promover algún tipo de debate con el feminismo. Debate que ni se ha producido, si descontamos algunos momentos más bien episódicos, ni parece vaya a producirse en un futuro próximo. Y eso, según mi opinión, por dos razones: una, que para el feminismo cualquier planteamiento que cuestione alguno de sus postulados sólo puede ser fruto de una mentalidad machista y como tal debe ser rechazado y perseguido y, en segundo lugar, que encontrándose como se encuentra en la cima del poder y consiguiendo prácticamente cualquier objetivo su interés por el debate democrático es nulo.
Es por eso que en este momento ese objetivo prioritario debería dirigirse en la dirección de dar forma al movimiento masculinista en España en línea con lo que acontece en otros lugares del mundo donde el feminismo ha derivado en injusticia y discriminación. Un movimiento sociopolítico y no partidista que por un lado trate de dar respuesta a la deriva del feminismo institucional en todos aquellos aspectos que se alejen de la igualdad como tantas veces hemos denunciado y, al tiempo, trate de dar respuesta a la pregunta: ¿gozamos los hombres del mismo derecho que las mujeres a cuestionar nuestro papel en la sociedad y a exigir que se nos reconozca ese derecho, o sencillamente habremos de concluir como parece que es intención del feminismo que nuestro papel debe venir fijado desde instancias ajenas a nosotros, es decir desde ellas mismas?
Decir también que nuestro planteamiento no nace de ninguna nostalgia del pasado ni proponemos ninguna vuelta atrás, más bien al contrario tratamos de acelerar el tiempo histórico que permita que la sociedad de iguales sea fruto de un pacto social que dé garantía de respeto de los derechos de hombres y mujeres y, por supuesto, que acabe con las discriminaciones históricas y presentes estén referidas a un sexo o al otro. En este sentido creemos que hacen falta nuevos estudios que acaben con el sesgo de género que el feminismo introduce en cada uno de los que realiza y que parten siempre del supuesto invariable de que el objetivo es lo mejor para la mujer con independencia de lo que pueda suceder con los varones, de quienes en la mayoría de los casos se prescinde como si ni su propia existencia debiera ser considerada. Y esto sí constituye una auténtica novedad histórica.
Por supuesto que ni compartimos el maniqueísmo de la historia de los sexos que se nos pretende contar según la cual los hombres habrían tomado como primer objetivo mantener dominadas a las mujeres no renunciando para ello al uso de todos los medios incluida la violencia y que estaría en la base de las actuales exigencias de las mujeres, como tampoco nos creemos que los avances de la mujer se deban prioritariamente al movimiento feminista, por ejemplo la incorporación de las mujeres al mercado laboral de la forma masiva en que lo han hecho en las últimas décadas que tiene mucho más que ver con el estado de bienestar y la terciarización de las economías desarrolladas , o los avances en los métodos anticonceptivos, que cualquier intención del movimiento feminista, más bien al contrario, es en el momento en que todo esto se hace factible que el feminismo va ocupando posiciones de poder.
Como tampoco muchas otras derivadas de ese planteamiento como las que conducen a convertir a la mujer en un menor de edad no responsable de sus actos ya que serían siempre fruto de la voluntad de otros, llámese patriarcado, dominación masculina, marido o patrón. Al igual que rechazaríamos esa pretensión feminista de convertir cualquier cosa nacida de la voluntad del hombre en un producto contaminado de ideología que lo invalidaría, incluida la ciencia, incluso la misma idea de verdad. En este sentido la historia escrita por el feminismo no puede ser más fraudulenta y estar necesitada de una revisión crítica que obligue no sólo a reconsiderar lo que sobre la ciencia masculina ha dicho sino una revisión autocrítica de los women’s studies, estos sí aquejados de graves deficiencias de enfoque, la primera y fundamental considerar que se puede hablar de la mujer en sociedad como si los hombres no existieran.
Insistir en que el feminismo no busca la igualdad, que resulta inconcebible pensar que los ataques a la condición masculina, o el propio deseo de cambiar su naturaleza se puedan entender como estrategias para la igualdad, pero más allá de eso la radical separación que establece entre lo masculino y lo femenino, o el deseo expresado abiertamente de que es tiempo de mujeres, que el siglo XXI es el siglo de las mujeres porque los hombres han ocupado ya demasiado tiempo el poder y ahora les toca a ellas. No son síntomas de igualdad ni lo que está pasando en los medios de comunicación, ni en la enseñanza, la sanidad, la justicia o el empleo público, como tampoco lo es el afán de desplazar al hombre de allí donde se encuentra excepto los trabajos duros y pesados y aquellos que encierran riesgo para la salud o la vida.
En fin, resaltar que la intención de la bitácora es el debate en clave masculinista, en clave de futuro, no de pasado. Que rechazamos con igual fuerza la misoginia y la misandria que hoy florece tan abundantemente. Que pretendemos un enfoque ilustrado y por tanto privilegiando siempre la ciencia probada y el rigor intelectual y moral. Que rechazamos por tanto los intentos de utilizar la bitácora para la defensa o promoción de una opción religiosa o política. Que sabemos que el feminismo ha renunciado abiertamente al objetivo por el que nació: la igualdad y no discriminación por razón de sexo. Y que aun cuando siguen la siguen proclamando se trata de una” igualdad” alejada de cualquier idea de equidad o reciprocidad y más bien tiene que ver con la defensa de los intereses de género, del género femenino se entiende.
Observo con sorpresa en positivo que UPyD dice querer respetar el test de igualdad tal como queda recogido aquí http://plataformaporlaigualdad.es/?p=3367 y otras fuerzas han dado pasos adelante en la misma dirección. Para la inmensa mayoría de la población, sin embargo, los temas de la igualdad desde una perspectiva masculina siguen siendo un tabú. Combatir ese estado de cosas debe ser uno de los grandes motores que mueva una bitácora como ésta.
Como vivimos en el país del género intocable no llegaremos a saberlo en mucho tiempo porque ellas lo valen, pero alguien debería explicar qué relación tiene, si es que la tiene, el que con la última ley Aído se hayan cargado sobre las cuentas de la seguridad social los 100.000 abortos que anualmente se realizan en nuestro país, ahora que parece que ya no se puede esconder por más tiempo que hay muchos más problemas para financiarla de lo que estaban dispuestos a reconocer.
ResponderEliminarAlguien en algún momento apuntó que las cosas no marchaban bien en los tres grandes servicios sociales, que además son también los más feminizados: educación, sanidad y justicia. Nunca tanto dinero se gastó en ellos, y nunca como ahora presentaron un perfil de futuro tan sombrío, además de los problemas de todos conocidos en cada uno de ellos.
Alberto
Una semana mágica y sigo sin poder ganar a Nadal. Son las palabras de Roger Federer luego de perder con Rafa.
ResponderEliminarHay hombres que saben ganar y saben perder. Son grandes incluso cuando pierden.
A la prensa no parecen preocuparle por igual los casos de violencia y acoso, sino léase esta noticia y compruébese su difusión en los medios
ResponderEliminarhttp://www.europapress.es/madrid/noticia-juez-madrid-pide-amparo-cgpj-campana-acoso-sufre-familia-abogada-dolores-martin-pozo-20080911164234.html
Emilio, el mundo del deporte, tan mediático, puede ser un buen escaparate para esos nuevos modelos de hombre de los que quizá estén algo huérfanos los jóvenes (y algunos mayores, claro). En ese sentido, gente como Federer, Nadal, Casillas, Iniesta, Pedrosa, Contador, etc. Hacen mucho más con su ejemplar actitud serena, respetuosa y humilde, pero a la vez llena de energía y decisión, que muchos tratados de sociología o psicología sobre "la nueva masculinidad". Y desde luego, mucho mejor que el adoctrinamiento hembrista, que desea hombres acomplejados y culpabilizados, es decir, dóciles.
ResponderEliminarEs cierto que también en el deporte hay ejemplos menos admirables (C. Ronaldo, Etóo, Mourinho, Maradona, Clemente…), pero por lo menos hay donde elegir.
¿A qué no sabéis que tiene que pasar para que en El País para ilustrar una noticia salga un padre (varón) jugando con su bebé?
ResponderEliminar- Pues que la noticia verse sobre padres (irresponsables) que no vacunan a sus hijos...
A ver en cuántos medios se le da visibilidad a esta noticia:
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-06-06/siete-anos-en-la-carcel-por-la-falsa-acusacion-de-abusos-de-su-hija-1276425746/
(Athini Glaucopis)
Creo que has intentado DIALOGAR con una IDEOLOGÍA: la ideología feminista. Una más.
ResponderEliminarEl DIÁLOGO busca la verdad. La IDEOLOGÍA, cualquier modo de pensamiento ideológico, tiene SU verdad y fuera de ella no existe nada.
Por lo que tu propósito me parece valiente pero imposible. En todo caso, ánimo.