Twittear

01 febrero, 2011

Televisión y género

Os habéis dado cuenta de que de un tiempo a esta parte pareciera que para ser presentador de televisión o reportero hiciera falta ser presentadora o reportera. ¿A qué creéis que se debe esto?


P.S. No tiene que ver exactamente con lo anterior pero por su interés quería recomendaros la entrada de Malaprensa que lleva por título: De cubano homicida a anciano suicida. 





10 comentarios:

  1. Buen ejemplo de manipulación informativa el que señalas de malaprensa. Con lo de los ancianos que acordaron un pacto suicida en Palma de Mallorca se ha dado un tema parecido. Algunos periódicos han puesto en duda que fuera de "género", pero los más afines a los dictados de género y RTVE (y creo que el resto de televisiones) finalmente lo incorporan a las estadísticas de "crimen de género".
    En la sobre representación femenina en el tema de de la locución y reporterismo televisivo es cierto lo que dices y si bien destacan en esto TVE y la Sexta, el resto acorta distancias. Quizás sea una carrera que está feminizándose, como hace tiempo lo hizo la psicología o medicina, razones estético/machistas (una tía buena quizás sea más atractiva a la hora de leer las noticias) o es un trabajo que ha dejado de ser atractivo para los hombres alguna razón que se me escapa.

    ResponderEliminar
  2. Si no he hecho mal las cuentas, sale una proporción de mujeres tituladas en el curso 08-09 de un 63% y un 67% en Comunicación Audiovisual y Periodismo respectivamente.

    Datos del INE

    ResponderEliminar
  3. Manu, desde esos datos y porcentajes que tú das, es incomprensible que todos los magazines de la televisión pública TV1 estén presentados por mujeres, además de los dos principales telediarios: el de mediodía por Ana Blanco y el de la noche por Pepa Bueno y el papel masculino sea exclusivamente de relleno y para cubrir la franja de madrugada.

    Eso por no hablar de los contenidos de los propios programas y el papel que juegan hombres y mujeres en los mismos. Al final, va a parecer que los hombres de lo único que sabemos es de fútbol y de cocina.

    En este contexto son todavía menos entendibles las palabras de Leire Pajín hace un tiempo cuando dijo que un programa como Caiga quien caiga, no debía tener lugar en una sociedad como la nuestra por no contar con ninguna mujer entre entre sus presentadores. ¿No te parece?

    ResponderEliminar
  4. Desconocía que Leire Pajín se había quejado del supuesto sexismo de CQC, a pesar de que los guionistas impregnan sus bromas de todos los topicazos de la ideología de género. Por otra parte, la ministra manifestó una gran comprensión hacia el Wyoming cuando esté sugirió que su apellido era sinónimo de "masturbito". Al y y al cabo es amigo suyo.

    Si bien es cierto que los que leen las noticias en la televisión pública son mujeres, la mayoría de los programas de divulgación de la 2, literaria, científico o social, son presentados por hombres. Me temo que eso pronto también será corregido. A Garci ya le dieron un toque en su día por no incluir a mujeres en sus debates cinematográficos y al poco se quedó sin programa en beneficio de Cayetana Guillén Cuervo, que recientemente invitó a Lorente a uno de sus debates trufados de feminismo sentimental.

    ResponderEliminar
  5. Humberto9:58 a. m.

    Aunque no tengo elementos objetivos en los que apoyarme, es decir, que sólo me baso en mi "especulación precoz", me temo que el motivo de la abrumadora mayoría femenina en los informativos es más grave de lo que pensamos. No creo que sea por la mayor proporción de licenciadas, que de todas formas no llega a la de profesionales. Tampoco creo que la belleza femenina baste para explicarlo, porque, con todos mis respetos, Ana Blanco, Pepa Bueno, María Escario, etc., no destacan especialmente en ese aspecto (ni tienen por qué, por supuesto).
    Más bien pienso que las cadenas televisivas buscan en sus informativos una apariencia de rigor y credibilidad que no consiguen con sus contenidos, y en ese sentido, tras décadas de acusaciones injustas, calumnias y desvalorización sistemática de todo lo masculino, parece que se asume que las mujeres están más capacitadas para transmitir una información fiable que los hombres. La imagen social de los hombres ya está muy erosionada, y por el contrario lo femenino se ha revestido de una connotaciones muy positivas. O dicho más crudamente, la palabra del hombre ya vale menos que la de la mujer, y no sólo en los juzgados. ¿Qué opináis vosotros?

    ResponderEliminar
  6. Humberto, es una explicación interesante la tuya y que comparto. Cuando aludía a razones estéticas, estaba barajando el tema de la credibilidad de la imagen femenina en nuestros dias pero no llegué a exponerlo con tu brillantez.

    ResponderEliminar
  7. Humberto, efectivamente no puede pensarse que esto tenga que ver con los porcentajes de estudiantes de periodismo de uno u otro sexo, aún cuando esta sea una variable que a medio y largo plazo efectivamente acabará pesando, como lo acabará haciendo en la justicia y lo hace ya en otros muchos ámbitos. He tenido que realizar una gestión en la seguridad social y en un lugar donde trabajaban cientos de personas el único hombre era el que estaba en información. Y me supongo que nadie pensará que no hay hombres capaces de estar delante de la pantalla de un ordenador cogiendo datos o emitiendo un certificado.

    En mi opinión detrás de este hecho está: en primer lugar, la ley de Igualdad en la que se reconocía el derecho de las organizaciones feministas a tener presencia en los consejos de redacción de los medios públicos a efectos de vigilar el sexismo en la publicidad y los contenidos y la aplicación de la discriminación positiva en el sentido que estamos viendo, en la que se llega al 100% de mujeres presentadoras y conductoras de magazines y en los telediarios y, a continuación, el hecho de que efectivamente a favor de los géneros sólo hay un poder actuante y ese es el femenino, en forma del lobby del que tantas veces hemos hablado, pero también, en lo que a solidaridad femenina se refiere ya que no en vano la mujer posee una conciencia de género de la que los varones carecemos.

    De lo que ya no estoy tan seguro es de que las mujeres sean capaces de darle mayor credibilidad a la información de lo que los hombres pues eso creo que tiene mucho que ver con circunstancias de valía personal.

    Ahora bien, sí apuntaría a que el público femenino termine eligiendo un telediario presentado por una mujer a uno presentado por un hombre, porque me supongo que no seré el único que aprecia una cierta militancia entre buen número de mujeres no sólo para actuar así en este terreno, también para ir a una película de Iciar Bollaín o de Isabel Coixet, antes que a otras de un director masculino.

    Pero lo cierto es que, y eso al margen de lo que cada uno podamos pensar de su figura como comunicador, una persona como Iñaki Gabilondo ha pasado de presentar el programa de radio de más audiencia del país, a quedarse en la calle después de un escaso tiempo en la televisión. La realidad es esa, la parrilla de televisión está llena de telebasura pero un comunicador como Iñaki Gabilondo no tiene medio.

    ResponderEliminar
  8. Imagino también que cuando se hace un casting para leer las noticias en la tele, se hace algún tipo de focus group con la audiencia potencial y en base a los resultados se elige al comunicador más adecuado. Hoy, viendo el Telediario de Ana Blanco, he visto al primer hombre comunicador al llegar a deportes, donde Jesús Álvarez lleva decenios apalancado. Todas las corresponsalías que han salido eran de mujeres.
    En el ayuntamiento de mi ciudad también observo la feminización casi absoluta del funcionariado. Parece que las nuevas incorporaciones son en su totalidad femeninas y los varones que quedan se acercan a la cincuentena. Volviendo sobre el sesgo informativo, ahora que en enero ha subido el paro en el sector servicios, se señala con especial énfasis que las mujeres están viendo especialmente afectadas, sin mencionar que todos los hombres que se han despedido por el tema de la construcción hacen que las tasas de desempleo globales estén prácticamente equilibradas entre sexos. (Lo de Gabilondo ha sido lamentable).

    ResponderEliminar
  9. Me parece interesante lo que decís, sobre todo habida cuenta de que el corresponsal en Washington de tve es Lorenzo Milá; el de París, David Picazo; el de Bruselas, Álvaro López de Goicoechea; el de Berlín, Miguel Ángel García; el de Buenos Aires, Jose Carlos Gallardo; el de Bogotá, Luis Pérez; y el de Rabat, Antonio Parreño. Es decir, siete de quince corresponsalías.
    También me parece curioso que, pese a lo que comentáis, los comunicadores que cuentan con mayor credibilidad sean masculinos, especialmente los añosos (Matías Prats, Pedro Piqueras, Luis del Olmo, Juan Ramón Lucas, Carlos Herrera etc). Sin embargo no podemos decir lo mismo de las presentadoras, que no sólo desaparecen de las parrillas televisivas en cuanto superan largamente la cuarentena sino que, con mayor frecuencia, son relegadas a presentar espacios de carácter secundario como los "magazines, la crónica social, los programas de salud etc.
    Nuevamente curioso lo que decís de la Administración...como a buen seguro sabéis, las mujeres entran más en la función pública porque a igualdad en el acceso, nuestros resultados son mejores (solemos estudiar más), de ahí la feminización creciente de la justicia, la administración o el sistema sanitario...

    ResponderEliminar
  10. M, en cualquier caso sigue siendo cierto que las conductoras de los principales telediarios son mujeres, y que el total de magazines está presentado por mujeres. La programación matinal está conducida en todas las cadenas por mujeres y si la fórmula se desgasta serías injusta en atribuirla a cualquier otra cosa que no fuera su propio mérito.
    Es verdad que obtenéis mejores resultados académicos y eso está convirtiendo los trabajos de la Administración en femeninos, pero con más motivo eso se compadece mal con la discriminación positiva de que gozáis, y todavía menos con la queja permanente de discriminación de la que hacéis gala con motivo o sin él.

    ResponderEliminar