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23 marzo, 2012

Los hijos, las mujeres y el neofeminismo

Dolors Reguant en La mujer no existe, define el patriarcado del siguiente modo:

Es una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres; del marido sobre la esposa; del padre sobre la madre, los hijos y las hijas; de los viejos sobre los jóvenes y de la línea de descendencia paterna sobre la materna. El patriarcado ha surgido de una forma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y la reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetúan como única estructura posible.

Lo que más sorprende de entrada es lo antiguo que suena todo cuanto ahí se dice, a pesar de ser una definición con apenas 15 años de vida. Aunque ya en el mismo momento que fue escrita seguramente sonase más próxima al mundo grecolatino que a la España de esos tiempos, mediados de los años noventa. Pero me interesa especialmente la segunda parte de la definición porque hoy nadie pone en duda que todos los derechos de la reproducción son de la mujer, ellas  mismas así lo proclaman: tendremos hijos si queremos y cuando queramos, por lo que, como mínimo,  deberían haber anunciado hace ya un tiempo el fin del patriarcado, al menos en este punto.

Démosle una segunda vuelta al asunto, y preguntémonos cómo habría que llamar a la situación actual: ¿matriarcado?  Sería lo que en lógica coherencia debería concluir el neofeminismo y quienes sostienen las tesis de la citada autora.  ¿Por qué no es así? ¿Estamos de nuevo ante ese proceder que constituye marca de género del neofeminismo que tan pronto  denuncia invisibilidad, como  inmediatamente la practica? ¿Estamos  ante una de esas teorías de usar y tirar que sirven mientras permiten dar una batalla ideológica pero de las que se prescinde cuando habría que extraer de ellas todas sus consecuencias? ¿Estamos ante el enésimo ejercicio de lo que vale para ti, no vale para mí y lo que en ti veo mal en mi lo veo bien? ¿Ante uno de esos ejercicios de igualdad de género, que lo tienen todo de género, pero nada  de igualdad?

Continuemos con el asunto de los hijos y veamos qué sucede más allá de la familia. Lo que ahí fuera hay va todo en la misma dirección: las guarderías, los jardines de infancia, la escuela primaria son espacios abrumadoramente femeninos. Tanto, que algunos niños no se tropiezan con la figura masculina más que a los nueve o diez años. Y esta tendencia  tiende a ampliarse y consolidarse.  Pero, hay más. No es sólo ya  que la ley no reconozca el derecho a la custodia compartida, es que la práctica de los juzgados de familia, en los que a veces, el único varón es quien reclama una custodia, porque todas las demás: jueza, fiscala, abogadas de ambas partes, personal de los servicios sociales y del juzgado son mujeres, sin que el tema de la paridad se suscite de ningún modo. Por cierto, ¿todo esto sucede por casualidad o responde a algo más profundo?

Curiosamente esa tendencia a conceder sistemáticamente la custodia de los hijos a las madres, también por los jueces más conservadores, es considerada por el neofeminismo, particularmente los neofeministas, como residuo patriarcal, pero sin que lleguen a explicar convincentemente la plena coincidencia en un asunto tan decisivo entre el neofeminismo y el patriarcado. Mucho menos cómo conciliar posiciones tan opuestas hasta el punto de proclamar primero que el patriarcado se caracteriza por situar a los hijos bajo la férula del padre pero luego resulta que las custodias se otorgan a las madres sin aparente contradicción alguna.  La hipocresía y falta de honestidad intelectual en este terreno no es menor que en cualquier otro. Si fuésemos al tema de los permisos de paternidad y maternidad estaríamos ante más de lo mismo y, otro tanto, sucedería si tocásemos el tema de la conciliación laboral y familiar.

Por eso hagámonos todavía una pregunta más: ¿con qué ojos (o gafas) habrá que ver la situación actual para considerar que avanzamos hacia la igualdad?

Para cerrar esta entrada dos citas reveladoras de dos aspectos centrales de lo más arriba tratado:
Dice Louann Brizendine en  El cerebro masculino: “Los investigadores de la Ohio State University han observado que las convicciones del padre acerca del grado de participación que debe tener en la educación del niño no cuentan; es la madre la que lleva la voz cantante. Descubrieron que las madres pueden alentar a los padres abriendo la puerta de su participación, o pueden ser críticas y cerrar la puerta.”  pág. 114

Por su parte Alain Touraine: “Las mujeres son conscientes de que mantienen una relación privilegiada con los hijos, cuya existencia les confiere un poder al que no renunciarían por nada del mundo, aunque los hombres compartieran las tareas de la casa con ellas, incluyendo el cuidado de los niños.” (El mundo de las mujeres pág. 139)


11 comentarios:

  1. Anónimo2:23 p. m.

    De acuerdo con el feminismo, lo femenino es bueno y lo masculino es malo y opresivo, los hombres feministas creen esa basura y eso les genera un sesgo al analizar los problemas: los problemas de las mujeres son causados por hombres, los problemas de los hombres son causados por los hombres. En mi opinión personal los problemas de los hombres, así como de sus injusticias, son causados por ese deseo de sobre proteger a las mujeres que hace que nos olvidemos de conceptos como la justicia, la igualdad ante la ley, la presunción de inocencia, entre otras cosas

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  2. Anónimo10:49 p. m.

    "El patriarcado ha surgido de una forma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y la reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetúan como única estructura posible."

    Parece mentira que hace quince años, con todo lo que había llovido sobre el marxismo, todavía se pudieran repetir sin pudor sus tópicos, simplemente cambiando "capitalistas" por "hombres" y "obreros" por "mujeres". Por lo demás, en esta definición está claro que "los hijos" son "el producto de la sexualidad y la reproducción de las mujeres", con lo que, según parece, los varones no tienen nada que ver en el proceso de reproducción. Y en esta extraña concepción de los hijos como propiedad exclusiva de la mujer estamos ahora mismo, aunque (sorprendentemente) los hombres sí tienen obligaciones con respecto a esa "propiedad" que no les pertenece.

    Podríamos seguir comentando cosas como que "el predominio de los viejos sobre los jóvenes" sea una consecuencia del dominio patriarcal (¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Aunque una 'jóvena' como Bibiana Aída seguro que sí lo entiende), o que en estas fechas aún considere la patrilinealidad con el patriarcado (hacía ya muchos años que los antropólogos se habían percatado de que existen varias sociedades matrilineales y matrilocales, pero que todas ellas son también patriarcales, con lo que la relación de causa-efecto entre unas cosas y otras no se puede establecer).

    Pero por escribir estas cosas, e incluso por ser meras comparsas de quienes escriben estas cosas, se consiguen en Occidente cátedras universitarias (y ministerios políticos).

    (Athini Glaucopis)

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  3. Muy pertinente lo que dices Athini. En su momento Margarita Rivière, una feminista entrada en años, ya le había puesto las peras al cuarto a Bibiana Aído justamente por ese tema. Lo de la patrilinealidad creo que no merece ni una línea excepto para preguntar en voz alta dónde está la crítica en el pensamiento feminista y si es quizá una concepción como ésta la que sostiene J.J. Millás cuando habla de sociedad patriarcal.

    En mi opinión se trata de uno de los fraudes intelectuales más importantes en muchísimo tiempo, que la ciencia no hace más que desmentir a cada paso, pero que cuenta con el calor y el apoyo de quienes, ajenos a su conocimiento con algo de profundidad, actúan como en su momento lo hicieron tantos intelectuales en favor del comunismo, como ciegos que creían estar arrojando luz.

    Claro está, que cuando el propio pensamiento filosófico se construye de espaldas al pensamiento científico e ignora los avances en los últimos decenios de la Neurociencia o la misma Física -así lo ha expresado el propio Stephen Hawking- qué decir de una ideología como el neofeminismo cuyo motor se enciende y se apaga exclusivamente en clave de procurar el "empoderamiento de las mujeres".

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  4. Anónimo12:38 p. m.

    En su caso http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/24/actualidad/1332584826_718972.html no es género, es parentesco. La Iglesia siempre tuvo muy presente que no hubiese confusión entre unos pecados y otros, y si quien lo cometía era de los suyos o no.


    Alberto

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  5. Después de escribir el comentario anterior he decidido ir a la red y escribir el nombre de la autora y he encontrado esto:
    http://www.proyectopatriarcado.com/docs/Sintesis-Patriarcado-es.pdf

    En la definición que aquí da ya ha desaparecido lo de los viejos y los jóvenes, pero la simpleza de texto sigue siendo la misma sino mayor y este documento es de 2007. El final es de traca nos explica cómo se disolverá el Orden Patriarcal en dos pasos: primero Nombrarlo y segundo su Exégesis.

    ¡Y eso que se trata de orden universal que lleva entre nosotros miles de años, y que es anterior a la propiedad privada y la sociedad de clases! ¡Parece como si todo este tiempo estuviera esperando a Dolors para desaparecer!

    De lo que no nos dice nada es de por qué será sustituido.

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    1. Anónimo11:48 p. m.

      ¿Quién es esta mujer? Puse su nombre en google y no me sale nada de ella, lo que me resulta sorprendente para alguien que publica y tiene tanto seguimiento, pues lo que sí sale, y mucho, es este texto, que parece escrito en pleno éxtasis cannábico. Pensaba criticarlo y perdí un tiempo precioso en intentar desentrañarlo, pero ahora pienso que no vale la pena perderlo más. Solo me quiero parar en un par de cuestiones:

      -Para esta señora la medida de la evolución social está en la declaración de los derechos de la humanidad de la ONU de 1948. En esa época el movimiento feminista era un futurible y la presencia femenina en este organismo totalmente testimonial, ergo esta declaración es un producto totalmente patriarcal producto del sistema patriarcal...en fin, que se merece como mínimo una justificación "[que en la actualidad existen diferentes grados de opresión patriarcal sustancialmente diferentes según la evolución y desarrollo de cada sociedad en la historia y que tiene paralelismo en la mayor o menor aceptación y respeto
      de “La Declaración Universal de los Derechos Humanos”]..."

      -Un mantra que se repite mucho en el mundo feminista es que este es el único movimiento revolucionario no cruento. Sin entrar a discutir lo de revolucionario y lo de cruento (1), se me ocuren a bote pronto unos pocos movimientos tan o más revolucionarios y tan o más trascendentes que el femininismo y que sin aún menos cruentos, por ejemplo el pacifismo que está avanzando por primera vez en la historia de la humanidad en la eliminación del belicismo, el ecologismo, derechos de la infancia, una serie de movimientos menores como el naturismo, o por la protección de los derechos de los animales, etc.

      -El final no es de traca es de atracón.... de lo que se haya metido: propone !!!reconocer el patriarcado, nombralo y escribirlo (como las constituciones decía antes),explicarlo y divulgarlo¡¡¡¡¡

      (1)pues no harán atentados ni asesinatos políticos, pero hacer leyes y normas que separan a los hombres de sus hijos o que los condenan a la carcel por si acaso...que me digan que no es cruento.

      Arturo

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  6. Observa Arturo que Victoria Sau cuyo diccionario es obra de referencia en el mundo feminista se expresa en idénticos términos,

    http://zubiakeraikitzen.blogspot.com.es/2009/07/patriarcado-victoria-sau.html
    sin que quiera meterme yo en quien lo ha dicho primero y quien después.

    Resulta un poco cínico apoyar allí donde estuvo o está vigente el servicio militar obligatorio que esa obligatoriedad lo sea solo para los varones y luego pretender que la guerra es cosa masculina. Eso por no mentar a la señora Thatcher y la guerra de las Malvinas o el indecente comportamiento de toda la escala de mando femenina en la cárcel de Abu Ghraib. En relación con cruento o no habría mucho que decir, aunque es claro que los derechos del otro se pueden pisotear ampliamente sin llegar al derramamiento de sangre.

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  7. Anónimo3:05 p. m.

    Para justificar la guerra de Afganistán se ha recurrido a argumentos feministas (lucha contra el burka, lucha contra las mutilaciones físicas a mujeres, lucha contra la prohibición a las niñas de acceder a la escuela). Y en ello, además, han estado implicadas feministas confesas, como Hillary Clinton. Que yo sepa las feministas en general no han condenado esta utilización de su causa en dicha guerra, lo que convierte a su movimiento en cómplice de esa ocupación violenta de un país. Nunca antes tantos afganos han sido asesinados en nombre de la liberación de la mujer... Pero por aquí nos siguen contando cuentos de hadas, prometiéndonos un mundo feliz para cuando tenga lugar el "empoderamiento de las mujeres" que ya anuncian los profestas de la nueva fe que alumbra al mundo.

    Sandra

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  8. Anónimo9:41 a. m.

    En esta entrada de Absurdistán se aborda el tema de quién toma las decisiones en casa:

    http://www.cronicas.org/rayas2012_03_brecha_salarial_y_postsalarial.htm


    Alberto

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  9. Anónimo11:21 p. m.

    Muchísimas gracias por el aviso, Alberto. En Absurdistán dan, además, el vínculo al artículo original, que merece muy mucho ser divulgado.

    (Athini Glaucopis)

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  10. Entre lo citado por Alberto relativo a ese trabajo sobre la brecha salarial y postsalarial recogido en las páginas de Absurdistán y lo que cuentan Louann Brizendine y Alain Touraine, se va perfilando algo bien distinto a lo que constantemente nos tratan de vender en relación con el "poder" y las mujeres.

    Pretenden que nos creamos que tal cosa no lo es, o que tal cosa no tiene relevancia, pero algo debe tener para que tan celosamente lo guarden e impidan compartirlo con los demás.

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