La gran ficción del feminismo de que el mundo está compuesto de hombres y mujeres, así, en dos bloques compactos y monolíticos, está resultando una ideología de lo más eficaz, desde el punto de vista de sus intereses, porque en su aparente naturalidad esconde toda la ambigüedad y la elasticidad necesarias para permitirle en cada caso tomar la parte que le interese de cada uno de los conjuntos y definir así una “realidad” a la carta en función de los intereses de cada momento. Pero lo que ya no está tan claro, o sí, es cómo afecta a los varones, también al conjunto social.
De entre las mujeres las hay ricas y pobres, con poder y sin poder, trabajadoras y que viven del trabajo ajeno, con hijos y sin hijos, violentas y pacíficas, en una enumeración tan larga como se desee. Y otras tantas clasificaciones podríamos hacer del colectivo hombres, aunque con matices de sexo, pero al igual que para las mujeres podríamos distinguir hombres ricos y pobres, con poder y sin él, padres y hombres sin hijos, violentos y pacíficos, etcétera
Pues bien, jugando con distintas composiciones de esos colectivos, el feminismo ha decidido quedarse en lo relativo a las mujeres con un colectivo formado por madres con doble jornada laboral, sin poder y sin capacidad para la violencia y en lo relativo a los hombres ha optado por un colectivo conformado preferentemente por hombres violentos, con poder o mucho poder y con cuya ocupación fundamental además de la profesional es ocuparse de sí mismos. Del puzle se toman las piezas que mejor se adaptan al interés ideológico y político sin importar como quede de mutilado el conjunto.
Y esas agrupaciones son significativas por lo que muestran: por el lado de ellas magnificando el colectivo de pacíficas madres trabajadoras explotadas y por el lado de ellos, dos colectivos van a destacar, el de los hombres con poder y explotadores y el de los violentos; pero también por lo que esconden por el lado de ellas: particularmente a los colectivos de “mujeres de”, con una envidiable posición social en la que se aúna al mismo tiempo: poder, dinero y tiempo para el ocio, ¡ojo¡ eso no impide que el feminismo las siga considerando víctimas, y en otro nivel la violencia femenina que o bien no existe o cuando aparece es exculpada por tratarse de una violencia de reacción y en defensa propia. Del colectivo masculino interesa mantener oculta a toda esa enorme legión de trabajadores que conforman los sectores primario e industrial y por supuesto al aplicado padre de familia que no sólo aporta ingresos sino que también se ocupa de la familia.
El resultado no es sólo una imagen de los sexos absolutamente parcial y sesgada, es también que no hay manera de completar el puzle porque faltan piezas. Lo de todos, entendiendo por eso lo de todos y todas, sencillamente no aparece, no está, no hay ese ámbito global que aúna al conjunto social más allá de los sexos. El resultado es una caricatura de la realidad social y de la realidad de los sexos, y una caricatura que no sólo no es inocente, tampoco inocua, más bien al contrario esa distorsión de lo social genera efectos perturbadores a todos los niveles, efectos a los que convendría prestar el máximo de atención.
Lo cierto es que en el plano de los medios sufrimos un empacho absoluto de violencia de género, sea esta de la real y que forma parte de los informativos, o de la de ficción, de tal modo que el grueso de la programación de entretenimiento está ocupado por series en las que manda esta tipo de violencia. Otras violencias, las padecidas mayoritariamente por los hombres y sea cual sea el número de víctimas que ocasionen están desaparecidas, por ejemplo, el suicidio que se cobra entre 7 y 8 varones al día en nuestro país, se ha declarado tabú, no ya en sus manifestaciones concretas que se debe entender para evitar el efecto imitación, se ha declarado tabú en todos los sentidos y eso a pesar de que dichas políticas ya no cuentan con el apoyo de los profesionales de la psiquiatría. Qué decir de los conflictos sociales o bélicos en los que si acaso se citan los muertos civiles, como si los otros no lo fueran, y más frecuentemente el número de víctimas mujeres o niños. Los accidentes laborales forman parte de ese paisaje silencioso del que no se hacen eco los medios.
En esta realidad social desquiciada es posible que la clase política haya conseguido que el único desarreglo alimentario que parece merecedor de su consideración sea la anorexia y ésta ocupe páginas y páginas y sea motivo de reflexión en diferentes medios, al tiempo que se guarda riguroso silencio sobre algo tan estremecedor como que en 5 años las cifras de obesidad mórbida se hayan multiplicado por 2 en nuestro país hasta situarse en 1.000.000 de personas, es decir, 1 de cada 40 españoles está aquejado de obesidad mórbida y si nos atenemos a lo que trasciende públicamente y es recogido en los medios ese hecho tiene menos valor que infinidad de noticias con muchísimo menor relieve.
En otro nivel de cosas, lo que ocurre con el fracaso escolar masculino, realidad inexistente para el Ministerio, y que trata de ocultar debería despertar más la curiosidad de los interesados en este tema porque la verdad resulta bien singular, que la Administración se puede desentender de miles de personas a las que el fracaso escolar no solo condenará a una vida de dificultades, también nos convertirá a todos en más pobres. Y otro tanto de lo mismo podría decirse de los intentos de procurar la excelencia educativa que siempre encuentran como principal obstáculo a quien tiene la encomienda de procurar la igualdad de oportunidades de todos los alumnos.
Zapatero ha declarado en exclusiva mundial para Youtube que la ingente tasa tasa de fracaso escolar de España obedece...al boom inmobiliario...es decir, a las políticas económicas que él se encontró al llegar al poder y que mantuvo sin rechistar. Las políticas económicas que ufanamente le hacían predecir que en un pis pas superaríamos a Italia, Francia o Alemania. Lo cierto es que en todos los países occidentales, incluso aquellos que no dependen de booms inmobiliarios,
ResponderEliminarpadecen de un creciente gap educativo de género cuyas causas están siendo abordadas por algunos gobiernos, como el de Obama, fuera de las lentes ideológicas.
Estas desgraciadas (desgraciadas= sin gracia, sin humor o con perpetuo malhumor)no entienden el elemental chiste de Pepiño Blanco, ciegas de deseo de morder carne masculina, muerden la mano que les da de comer. No es la primera vez ni será la última. ¿cuanto tardarán los Pepiños y PPes en comprender que si crias cuervos estos les sacarán los ojos?
ResponderEliminarArturo
Perdón, antes me olvidé de poner el enlace a la carta al director de hoy en El País http://www.elpais.com/articulo/opinion/Paridad/corrupcion/chiste/elpepuopi/20110427elpepiopi_7/Tes
ResponderEliminarRealmente no se que es peor, que la feminista mande esta torpe carta o que El País la publique como si no tuvieran otra cosa más interesante para poner
Plutarco, Zapatero se ha especializado en equivocar todos los términos de la Economía, no te extrañes de que algo que para él representa mucho menos como es el fracaso escolar lo tenga todavía más despistado.
ResponderEliminarArturo, por un lado, es falta de sentido del humor, pero es algo más, es señalar los espacios sagrados en los que para entrar hay que pedir permiso a quien es dueña del mismo: ellas.
Aquí sucede algo parecido a lo que sucede cuando protestan porque se sienten tratadas como objetos sexuales en un anuncio pero luego compruebas que en otras muchas situaciones y para su propia promoción ellas venden esa misma imagen sin que sea posible establecer ninguna frontera entre ambas, ni matiz que las diferencie, pero con el resultado de que a partir de ese momento el mundo de la publicidad les pertenece.
Este post de feminismo es muy interesante. http://www.forofeminista.es/discusioacuten-general/ficcion-feminista/
ResponderEliminarYo he publicado el post en nuestro foro
María, entiendo que lo honesto sería que citases la fuente. ¿No te parece?
ResponderEliminarHe incluido el siguiente comentario en el foro feminista mencionado por la lectora María:
ResponderEliminar"Efectivamente, es un artículo interesante, como otros tantos que leo en el foro masculinista "Personas, no género": http://personasnogenero.blogspot.com/"
Gracias Plutarco
ResponderEliminarSupongo que vosotr@s conocéis a Elisabeth Bardinet, yo la he descubierto el domingo en una entrevista con Montserrat Dominguez, en "No es un día cualquiera" luego he buscado por ahí y he visto que el núcleo duro la llama "la panfletaria", me pareció bastante sensato lo que decía:
ResponderEliminarahora no logro encontrar la página en que la "analizaban"
Luis
En el blog "Mujeres" de "El País" el autor masculino experto en fútbol y posmachos hoy ha colgado un artículo que se titula "Apiádense del divorciado".
ResponderEliminarTal como era de esperar, en dicho artículo se ensaña con el divorciado.
Si queréis escuchar la entrevista a Elizabeth Badinter que menciona Luis, podéis descargaros el audio, en MP3, en esta dirección:
ResponderEliminarhttp://www.cadenaser.com/rssaudio/a-vivir.html
No los suelen mantener muchos días, así que daos prisa si os interesa.
Gracias Humberto. Como la dirección que dejaste parece que no lleva al audio, yo dejo esta a ver si va mejor.
ResponderEliminarhttp://www.cadenaser.com/cultura/audios/entrevista-elizabeth-badinter/csrcsrpor/20110501csrcsrcul_8/Aes/
Acabo de escuchar la entrevista. Monserrat Dominguez está descolocada al final, tanto que llega a decir que en España se discrimina a las candidatas por ser mujeres, olvidándose, entre otras, de Esperanza Aguirre, que arrasa elección tras elección. En el campo contrario no recuerdo a ninguna presidenta de Comunidad Autónoma, lo hubiera puesto para mantener el equilibrio ideológico.
ResponderEliminar¿Se puede bajar ese podcast?...
Aquí es donde la analizan las "otras" feministas:
ResponderEliminarhttp://www.ciudaddemujeres.com/articulos/Elisabeth-Badinter-desnaturaliza
Luis
Luis, ese artículo dice que los medios llevan apoyando el discurso antifeminista de Badinter desde años. No creo que ese fuera el objetivo de Monserrat Dominguez, cuya línea editorial sigue los dictados más extremos de lo polítiamente correcto. Al final de la entrevista, me da la sensación que Elizabeth lo detecta y Monserrat Dominguez tiene que hacer mutis por el foro. Creo que no conocía la línea de pensamiento de la francesa y se lanzó a la piscina entrevistándola.
ResponderEliminarPlutarco, es muy sencillo. Entra en la dirección que indicaba en mi comentario anterior. Busca el título "Entrevista a Elizabeth...", posiciónate en el icono que hay justo debajo (unos auriculares); dale al botón derecho del ratón y elige la opción "guardar destino como..." Se abre una ventana para que elijas la carpeta donde lo quieras guardar, y si le quieres cambiar el nombre. Pincha en "guardar" y en pocos segundos ya tienes el fichero MP3 en tu equipo.
ResponderEliminarEs una forma muy interesante de oir la radio "en diferido", seleccionando lo que quieras. En Radio Nacional, que funciona de forma muy similar, hay también muchísimos audios interesantes para elegir, muy recomendable.
Plutarco, tengo la sensación de que en relación con esa denuncia del feminismo institucional sobre la pretendida ayuda de los medios de comunicación al discurso "antifeminista" y ¡hay que ver que llaman antifeminista a E. Badinter¡ en realidad hay que decir que se trata de esa vocación censora de este feminismo contra todo lo que vaya contra su discurso, que tan eficaz se muestra en tantas otras ocasiones, aunque no en este caso, por tratarse de una autora de larga trayectoria y bibliografía.
ResponderEliminarPero, es que además se trata de una falacia de dimensiones colosales: si hay un discurso no sólo promovido sino sacralizado es el del feminismo institucional. De lo que el blog Mujeres, por ejemplo, no es más que una pequeña muestra