Consciente de que la entrada anterior es un poco ladrillo,
quisiera en esta aligerar un poco el mensaje y para eso voy a comentar dos TEDs
https://es.wikipedia.org/wiki/TED.
Son conferencias en inglés pero están bien subtituladas en español.
El primero va sobre educación. ¿Qué pensarías si a lo largo
de la charla sucediese que las dos personas más sobresalientes fueran dos
varones, un niño con rasgos de genio y un adulto director de un famoso ballet
también un ser excepcional? ¿Y fuesen la madre y la maestra quienes
personificasen a quienes incapaces de entender la genialidad de Shakespeare le
recriminasen por su forma de hablar y le pidiesen que lo hiciese de forma que
no confundiese a todos? ¿Y llegado el momento de comparar los cerebros
masculino y femenino el conferenciante encontrase al primero lleno de virtudes
y al segundo propio de un ser torpe?
¿Qué dirías de todo ello y del constante regocijo del
público? Seguramente, que habría sido tachado de machista ¿verdad? Pues ese TED
existe, no ha tenido ningún problema, al contrario es el más visto de todos. Lo
único que cambia de lo relatado más arriba es que las dos personas
excepcionales son una niña y una mujer, quienes recriminan a Shakespeare son su
padre y su maestro y el cerebro privilegiado es el de ella y no el de él quien,
por supuesto debe conformarse con el de
torpe.
El segundo versa sobre la voz y la comunicación humanas con
sus inmensas posibilidades. En esta charla el autor ilustra con la imagen de
siete varones lo que él considera los siete pecados capitales de la
comunicación: el chismorreo, hablar
mal de los demás; la manía de juzgar
al otro, sin ser capaz de escuchar; la negatividad,
nada tiene arreglo; la queja, de
todo y contra todos; las excusas y el
echarle la culpa a los demás de lo que nos pasa; la exageración y la mentira; y finalmente, el dogmatismo y la confusión de nuestros deseos con la realidad.
¿Qué diríamos si todos y cada uno de estos auténticos
socavones de la comunicación estuvieran personificados con la figura de una
mujer? Seguramente enviaríamos al conferencia a un curso de género ¿no? Vale,
no os preocupéis no habrá que tomar esa decisión. El TED existe y es también uno
de los de más éxito, pero quienes personifican esos socavones de la
comunicación son varones. O sea que no pasa nada.
Resulta irónico que en esta sociedad de lo políticamente correcto sea necesario decir ellos y ellas pero para ilustrar los siete pecados capitales de la comunicación baste con la imagen masculina.
Resulta irónico que en esta sociedad de lo políticamente correcto sea necesario decir ellos y ellas pero para ilustrar los siete pecados capitales de la comunicación baste con la imagen masculina.
Todavía una cuestión más. ¿Toleramos los hombres mejor la
crítica y el uso de la figura masculina para este tipo de ejemplificaciones
negativas? ¿Es de ahora o es de siempre? ¿Al hacerlo así no estaremos
contribuyendo intensamente a esa imagen bipolar de los sexos, en la que unos
son un desastre y las otras la personificación del bien, la belleza y la
bondad?
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