Twittear

25 enero, 2010

Educación líquida

Quizá algún día no ocurra, pero de momento debemos aceptar que con la misma facilidad que nos damos de bruces con la noticia de que la universidad de Sevilla ha creado una norma con el objeto de dar “garantías” al alumno copiador ante la posibilidad de una decisión “arbitraria” del profesor, en otro momento, nos podemos tropezar con que para otros la forma de atajar el problema de indisciplina en las aulas es considerar autoridad pública al profesor.


Pero en los tiempos de desconcierto que corren todo parece posible, tanto una norma que considera al profesor una especie de subalterno sin capacidad para expulsar a quien ha cogido copiando, como la de quienes consideran que la solución a los problemas educativos no está en la familia, la escuela y la sociedad -comenzando por la política-, y prefieren remitirlos a la justicia y los tribunales; y todo ello al tiempo que se lamenta la desaparición de la vieja figura del maestro y se dice que es necesario devolver autoridad y prestigio a la figura del profesor.

En un mundo líquido como el que vivimos lo normal es que los problemas sociales se diluyan con la misma facilidad con la que el agua se escurre entre los dedos, y todas las instancias, comenzando por el Gobierno y los sindicatos y continuando por todos los demás, han decidido: bien no reconocer el problema,  bien trasladar la responsabilidad de lo que ocurre a otros, con el resultado de que la enseñanza y la escuela cuando no son noticia por cosas como las anteriormente mencionadas, lo son por unos resultados que las sitúan a la cola de Europa.

2 comentarios:

  1. Sospecho que con todo este lio del copieteo estamos ante un caso de malaprensa. Me resulta imposible creer que un profesor que pille a un alumno copiando in fraganti no le pueda echar del examen.

    Lo que ocurre es que en muchos casos lo único que el profesor tiene no es más que una sospecha. Ha visto a alguien hablar, por ejemplo, pero no sabe qué alumnos están implicados y tampoco estaría bien expulsar a un inocente. En ese caso se podrían marcar los examenes sospechosos para ver luego si realmente se ha copiado. Me parece que lo de Sevilla iba por ahí, pero se ha sacado todo de quicio.

    Lo siento, pero tengo recientes demasiadas arbitrariedades de profesores, y no me parece mal dar garantías a los alumnos siempre que se aseguren de que ningún copión se saldrá con la suya.

    ResponderEliminar
  2. Manu no es como dices. No se trata de hablar de oídas, ni de criticar por criticar. Si quieres informarte al respecto puedes hacerlo en estas direcciones, pero hay muchas otros sitios. El País de ayer creo que también la recogía.

    http://www.betisweb.com/foro/showthread.php?t=60765
    http://elquiciodelamancebia.lacoctelera.net/post/2010/01/20/el-grasioso-copieteo-sevillano

    No se trata por tanto de que hablemos sobre sospechas sino sobre una normativa vigente, que desconozco si lo sabes, pero se han apresurado a eliminar ante el escándalo provocado en todas las instancias.

    Siento lo tuyo con algún profesor pero me parece difícilmente justificable una normativa como ésta de la que hablamos porque a mí modo de ver cuestiona más cosas de las que en principio parece.

    ResponderEliminar