No deja de tener su aquel la indiferencia con la que los medios que proclamaron la nueva era de la igualdad gracias al presidente Zapatero, están dejando pasar el hecho incontestable del repliegue en toda regla que en este terreno se ha producido. No sólo es que no haya el mismo número de ministras que de ministros, es que a mayores la vicepresidencia primera ha pasado de estar en manos de una mujer e estarlo en la de un hombre y todo eso al tiempo que también dentro de las filas del partido la secretaría de organización también ha cambiado de manos.
Si esto lo llega a hacer el PP, es evidente que ahora mismo estaríamos ante una trifulca de dimensiones monumentales donde las acusaciones seguramente serían de muy grueso calibre. En Galicia, como ya comenté, hay una denuncia por parte del partido socialista de Galicia, que se está dirimiendo en los tribunales, contra la actual Xunta de Galicia por no respetar escrupulosamente la paridad en las carteras. Como lo ocurrido a nivel central lo han hecho los buenos, la prensa “oficial” ha dejado que corriese el tema trayendo otros a las portadas de sus medios y, entre las filas de profeministas, parece que se ha establecido el mayor de los silencios.
Lo que quizá prueba que el señor Zapatero y la dirección socialista no han tenido empacho en jugar en clave electoral y de puro partidismo con un tema tan serio como el de igualdad, un tema que no sólo despierta pasiones ideológicas, sino que está teniendo importantísimas consecuencias en todos los ámbitos de la vida social, cultural y política. Se ha hecho un experimento que ha salido mal y, en la parte más visible, se ha corregido con un reajuste de Gobierno, en la menos visible las cosas se dejarán como están aun cuando sea ahí donde los estragos sean de mayor calado.
El tema de la paridad en ministerios ha sido puro marketing. La fontanería de Moncloa y el círculo cercano de asesores de ZP es casi al 100% masculino. Los mismos que le han asesorado que baje el perfil igualitario y ponga a Bibiana Aído en segundo plano. Cada aparición suya era una hemorragia de votos. Como bien dices, el daño se seguirá perpetrándose bajo la cobertura de Sanidad. Aún así, si he leído algún artículo de indignación en El País, redactado por alguna de sus reporteras feministas de cabecera. Los comentarios a la noticia incluían voces de mujeres que negarían el voto a ZP en las próximas elecciones por haber abandonado la causa de la igualdad. Lo cierto es que no deben preocuparse, voten la opción que voten, tendrán asegurada su cuota de ideología de género.
ResponderEliminarHace tiempo que los grandes empresarios saben que para hacer "ajustes duros" es imprescindible que el PSOE esté en el gobierno: así los sindicatos no protestarán (supongo que conoceréis la historia que Mario Conde escribe en su libro "El Sistema" contando su reunión, como representante de los banqueros, con Polanco y Godó, para decidir qué partido les conviene que gane las elecciones). La capacidad del PSOE para organizar algaradas callejeras y campañas mediáticas con cualquier excusa sólo es comparable a la capacidad de sus seguidores para ignorar, disculpar o incluso defender ardientemente esos mismos hechos que en el PP condenarían si son perpetrados por el PSOE. Obsérvense cómo, ante la supresión del Ministerio de la Igualdad, las huestes del bien rápidamente encontraron al alcalde de Valladolid, que es del PP y, por tanto, de "los malos", para que las feministas pudieran cumplir con sus rituales de indignación: con la conciencia tranquila, porque ya habían descargado sus iras contra el machismo, ya podían volver a casa tranquilas sin más que alguna pequeña y discreta declaración de trámite.
ResponderEliminar(Athini)
Excelente análisis, Athini. Por su interés, y porque está relacionado con la entrada de Emilio, remito este enlace a un artículo titulado "Igualdad por el morro":
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/20101026/opinion-colaboraciones/igualdad-morro-20101026.html