Me parece de obligada lectura el artículo, que firma hoy en El País Fernando Savater con el título de Prohibido permitir.
Si en otras ocasiones he discrepado, en este caso tengo que decir que coincido plenamente con él en los aspectos sustanciales de su artículo, es decir en señalar que la ciudadanía democrática es un marco abstracto e igualitario para que cada cual intente su concreta realización personal, pero también en la llamada de atención frente a aquellos y aquellas que se consideran en condiciones de decirnos lo que es bueno y nos interesa, prescindiendo de nuestra voluntad y criterio. Esa especie de salvadores y salvadoras que desde la derecha pero también desde cierta izquierda, están dispuestos a ofrecernos un amor de esos que mata.
Perdón por salirme del tema, pero seguro que os interesará esta reciente noticia (de la que me he enterado por www.absurdistan.eu):
ResponderEliminarhttp://www.lasprovincias.es/v/20100629/comunitat/funcionarias-podran-reducir-casi-20100629.html
(Athini)
Cosas veredes que farán fablar las piedras, como seguramente sabrás Athini, es expresión antigua, pero que se acomoda perfectamente a este presente de magas y trileros en el que con una mano nos muestran "igualdad" pero con la otra nos dan estas "cosas".
ResponderEliminarPor qué no somos legión quienes reaccionamos ante estos desmanes es cuestión que conviene aclarar, porque tengo la sensación de que vendrán muchas como ésas, además de las que ya conocemos.