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16 julio, 2008

Comentario de Manu

Como comentario a la entrada: La crítica y el género, escribe Manu lo siguiente:

No se si habéis notado que muchos de los artículos que critican de alguna forma el feminismo en medios importantes se cuidan mucho de dejar claro que las mujeres están discriminadas, han sufrido siglos de opresión, etc etc. ¡En este artículo esta actitud a mi me ha parecido especialmente acusada!¿Por qué este complejo de culpa? ¿Por qué no decir lo que se quiera decir sin tener que justificarse? ¿Por qué asumimos que se nos va a tachar de machista y nos ponemos la venda antes de la herida?

Aunque en el mismo hilo hemos escrito comentarios Jeipi y yo, quisiera volver sobre el asunto porque es una actitud que no sólo se produce en Francisco J. Laporta otros muchos autores la manifiestan, también aquellos que son críticos con las posiciones feministas, mostrando sin embargo una total incapacidad para desembararse de algunos lugares comunes de la ideología feminista.

Si hicieramos una encuesta en la calle preguntando si las mujeres cobran menos por el mismo trabajo, estoy convencido de que la respuesta sería abrumadoramente favorable al sí y en este caso el mensaje del feminismo no sólo ha alcanzado a los menos ilustrados también se ha impuesto firmemente entre buena parte de la intelectualidad de este país y otros. No sólo el presidente del Gobierno lo sustuvo en campaña electoral, un autor como Alain Touraine no lo pone en cuestión, como tampoco lo hace Pascal Bruckner y tantos otros. Como digo en otra entrada, en los libros de Educación para la Ciudadanía se sostiene esto. (Quien desee informarse en profundidad sobre este asunto puede hacerlo aquí y en otras entradas de la misma bitácora) .Pero muchos otros aspectos de la relación entre los sexos están sometidos al mismo proceso de falta de contraste y circulan en libros serios y menos serios con absoluta facilidad.

En mi opinión, uno de los aspectos más preocupantes de las políticas feministas es que están impuestas con total ausencia de debate y discusión, lo que al final redunda en que quienes las sostienen puedan imponerlas se ajusten o no a criterio de verdad alguno. Y hay que pensar que entre los varones esta discusión está prácticamente sin empezar. La entrada de la bitácora de Wonkapistas muestra además la facilidad con que alguien que ostenta el cargo de ministro puede dar una conferencia sobre un eslogan como el de que las mujeres fueron las últimas en entrar en el mercado de trabajo y son las primeras en salir de él en casos de crisis, y lo dice en la confianza de que todo lo de su círculo va a misa y no necesita demostración ni contraste alguno con la realidad.

1 comentario:

  1. Anónimo12:20 a. m.

    Traigo a la consideración de los lectores de este blog este artículo de El País: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/320000/maltratadores/fichados/elpepusoc/20080523elpepisoc_2/Tes

    Me sorprenden mucho dos cosas:

    - 320.000 fichados como maltratadores. Eso supone una población similar al número de hombres de la Comunidad Autónoma de Navarra. Me parece una auténtica locura pues esa cifra supone aproximadamente el 2% de la población masculina española. Yo no conozco ningún hombre dentro de mi entorno (familia, amigos, trabajo) que haya sido denunciado. ¿Alguno de los lectores de esta bitácora conoce alguno?

    - Sólo 120.000 de esos 320.000 fichados tienen sentencia condenatoria. ¿Cómo puede ser eso? No encuentro explicación a que 200.000 hombres estén fichados como maltratadores sin que exista sentencia condenatoria. A pesar de que el Registro de Maltratadores no es público (sólo pueden acceder jueces, fiscales y policía judicial), supongo que en caso de que esas personas sufran otro tipo de denuncia, en particular una demanda de divorcio, serán tratados de una manera diferente que si no la tuvieran.

    La única razón que encuentro es que el Ministerio de Igualdad esté inflando las cifras para justificar su existencia, su presupuesto y, en última instancia, el mantenimiento sin cambio alguno de la Ley de Violencia de Género.

    La otra posibilidad que podría barajarse es que esos 200.000 casos son denuncias falsas pero me niego a creerlo.

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