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05 marzo, 2014

Más sobre el sesgo cultural profemenino

El sesgo cultural profemenino es tan omnipresente que por eso mismo se nos hace difícil verlo, es como el aire para las criaturas terrestres o el agua para los peces, algo que por estar tan pegado a nosotros terminamos olvidando que existe y aceptando que si siempre fue así porque habría de dejar de serlo ahora.

No se trata ya de que asistamos impertérritos ante una justicia que considera que los hijos deban estar con la madre 26 días al mes y con el padre 4,  o que cuando la corrupción afecta a marido y mujer ellas terminen yéndose de rositas y no tengan que dar explicaciones de un patrimonio a todas luces desmesurado, es que ante lo que ahora mismo está sucediendo en Ucrania pareciera que ninguna autoridad europea debiera explicar qué papel jugamos en todo eso, o que si en programa de televisión alguien debe hacer una bufonada mejor varón y el resto riamos la gracia.


No se trata de que la caballerosidad a raudales se considere de buen tono, es que lo que está de moda son frases como ésta: “El mal de la civilización es la mente patriarcal. Y no me refiero sólo a la sociedad patriarcal que hace que los machos predominen sobre las mujeres y tengan un acceso más fácil al poder y a la economía. Me refiero a una forma de mentalidad que actualmente ya todos compartimos, hombres, mujeres y niños, contaminados por el mismo virus.” Comentada aquí

Es que ante la epidemia de obesidad infantil las  autoridades han reaccionado culpando a las máquinas expendedoras de los colegios, y ante el fracaso de la escuela culpando a los padres (padres y madres) y eso luego de que nada se haya trabajado con tanto celo y dedicación como el descrédito de la figura del padre (varón) y coincidiendo con una intensa feminización de la misma. 


7 comentarios:

  1. Anónimo11:13 a. m.

    Ya tenemos la noticia amarilla del día: una de cada tres mujeres europeas sufre violencia machista, según se desprende de una macroencuesta unilateral, de las que en España se ensayaron con éxito hace años.

    Van calentando motores para el 8 de marzo.

    Jeipi

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  2. Lo que prueba que la entrada se ha quedado corta y en realidad debiera titularse: la palabra de la mujer va a misa.

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  3. Anónimo11:25 a. m.

    Supongamos por un momento que lo que se desprende de la macroencuesta citada por Jeipi es correcto. Según eso, la mitad de las mujeres nórdicas sufrieron violencia de género. De la otra mitad, en sentido estricto, habría que decir que aún no la sufrieron, por lo que, al final de sus vidas habrán sufrido esa violencia ¿cuantas? 70% 80 90% de las mujeres. Me temo que "algo huele a prodrido en Dinamarca"

    http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/04/actualidad/1393968290_143622.html

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  4. Humberto12:28 p. m.

    Ante la inminencia del Día del Padre, ya empiezo a detectar en algún medio (p. ej. 20 Minutos) algo que ocurre todos los años. Me refiero a reportajes con consejos sobre cómo ser un buen padre, cómo distinguir a los buenos de los malos, etc. A priori no me parece mal, ya sabemos que hay padres que dejan mucho que desear, y que incluso los buenos son susceptibles de mejora; hasta ahí de acuerdo. Lo que me molesta es que nunca veo artículos similares cuando se celebra el Día de la Madre: entonces imperan las loas y alabanzas a todas, absolutamente todas las madres. La madre imperfecta no existe. Para los medios, las madres son buenas sin excepción; los padres, bueno, habría que ver cada caso; tampoco en esto disfrutamos de la presunción de inocencia. Además, quien juzga la bondad de los padres pueden ser los hijos o las madres, pero a las madres jamás las juzgará un padre ¡hasta ahí podíamos llegar!. Es un ejemplo concreto, aunque muy extendido, del sesgo cultural profemenino. O sea, del sexismo en los medios.

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  5. Lo comento en otra entrada, del mismo modo que dado que el diccionario no recoge la palabra misandria es como si no existiese, para lo que cuentas es como si hubiese en los hombres un ángulo muerto que les impidiese ver la desigualdad cuando es en su contra o tuviesen asumido que a ellos se les puede exigir lo que a ellas no se les exige.

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    1. Humberto8:58 a. m.

      Muy acertada esa comparación con el "ángulo muerto", ilustra muy bien el problema. Sin duda, esa es una de las labores en las que más se empeña el neofeminismo: a base de distorsionar la realidad machaconamente, terminar creando un defecto visual en las personas, que ya serán incapaces de ver parte de lo que tienen delante de sus narices. Quizá es a esto a lo que se refieren cuando hablan de "ponerse las gafas de género", más que unas gafas que te van a permitir ver mejor, todo lo contrario, te van a obstaculizar la visión. Deberían llamarlo "la venda de género".

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    2. Anónimo4:40 p. m.

      No nos olvidemos del "monoscopio" instrumento muy "útil" en manos del feminismo y de cualquier otra ideología con ínfulas de absolutismo
      http://www.cronicas.org/monoscopio.htm

      Arturo

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