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24 noviembre, 2007

Elisa Beni y el 11-M

Hace bien poco, comentaba la imagen de Juan José Millás y Boris Izaguirre a guantazos con Trancas en el programa de Pablo Motos, pues, al parecer como varón de la pareja que forma con Barrancas se lo tenía bien merecido … Intuía un exceso.

No podía suponerme, de todos modos, lo que me iba a encontrar ayer en la columna de J.J. Millás en El País. Me cuesta digerir que el feminismo de género trate a la mujer como menor de edad, como alguien incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos, pero francamente no me esperaba un planteamiento semejante por parte de Millás. Escribir, a propósito del libro que sobre el 11-M escribió Elisa Beni, la mujer del juez Bermúdez:

“Como es periodista, no ha tenido otro remedio que escribir un libro de actualidad” y más adelante: “Cabe suponer, pues, que quizá luchó contra la idea de llevar a cabo una iniciativa tan turbia. Es posible que acudiera a su esposo en busca de ayuda, y que él, ávido también de protagonismo, lejos de desanimarla, le ofreciera su propia pluma estilográfica” y todavía más “Dime que no lo escriba, suplicó quizá a su marido. ¿Cómo, si es lo que más deseo?, respondería posiblemente él.”

Escribir eso, aunque sea como juego de suposiciones, no deja de ser una ofensa tanto para ella, por privarla de una autoría que le corresponde, como para él, atribuyéndole una responsabilidad que no es suya, además de un juego perverso que se aleja creo yo del periodismo, aún del que forma parte de esa columna.

La señora Elisa Beni, además de periodista, es la responsable de comunicación del Tribunal Superior de Madrid, y como dice el Editorial de El País de hoy, “Hay cosas que ni se pueden ni se deben hacer, y otras que tal vez se puedan pero no se deben. De todos los periodistas que hay en España, ninguno tenía más motivo para no escribir un libro titulado La soledad del juzgador, Gómez Bermúdez y el 11-M que Elisa Beni”; pero si además lo hace argumentando que, “como periodista, no podía moralmente dejar de contar esta gran historia que ha venido a buscarme” o que “si hubiera sido un hombre quien escribiera sobre su mujer nadie lo hubiera descalificado”, con mucho más motivo.

En fin, pareciera que muchos, incluso personas lúcidas como J.J. Millás, estuviésen siendo incapaces de sustraerse a los estereotipos del momento. En un supuesto como éste en el que esta en juego la minoría o mayoría de edad de las personas confiemos en que se trate de un sarampión momentáneo y no de algo que pretenda instalarse en nuestras vidas para siempre. Creo que la dignidad de todos y todas así lo exige.

2 comentarios:

  1. Pues mañana, día mundial contra la violencia de género, me abstendré de leer El País, donde escribe este "feminista" Millás o cualquier otro medio de comuicación. No me apetece que me llamen asesino.

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  2. Lamentablemente no estamos en condiciones de elegir. El resto de la prensa lo haze igual sino peor. En el caso de este periódico, al menos se leen artículos y cartas que ponen en cuestión el feminismo de género. Leer de todos modos no debe significar creer. Lo importante entiendo yo es que nuestras razones sean cada días conocidas por un mayor nùmero de personas. Un saludo

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