Según los brillantes análisis del sociólogo quebequés Germán Dulac, los estudios hechos sobre la paternidad han girado alrededor de los cuatro paradigmas negativos siguientes: la pasividad, la ausencia, la violencia y el abuso. Se han centrado más sobre las consecuencias de la ausencia o la pasividad del padre y sobre los efectos negativos de los abusos de poder paternal que en procurar estudiar la paternidad misma, sus características intrínsecas, sus aportaciones a la educación y la evolución de los niños o los modos de mejor ejercerla.
Su análisis demuestra que, como consecuencia del vasto movimiento
de depreciación del estatus de pater familias que tuvo lugar a lo largo del
siglo XIX y sobretodo del XX, se nos aparece “un padre sometido en casa y cuya
autoridad ha sido hecha fracasar por la madre. Vencido, ausente, dominado por
su esposa en el seno de la familia tradicional y por los patrones en las
fábricas, este padre se refugió en el silencio y la ausencia”. Por todas partes
a los padres se les echa en falta, y el rol de la madre se hace fuerte para
compensar la debilidad de su compañero, infravalorado.
Existe sin embargo, desde hace poco, una tentativa de reconstrucción
de la imagen paterna. Salvo que los padres raramente son estudiados por sí
mismos; lo son siempre por referencia a las mujeres/madres. Como lo enuncia
Brian Robinson: “Los papás hacen también de buenas mamás”. Cada vez más los
estudios demuestran que los padres pueden ejercer el cuidado de los hijos,
incluso de corta edad, y que los hombres poseen capacidades de “paternidad” con
el mismo potencial que una buena madre. Parafraseando a Dulac, “La paternidad
durante mucho tiempo se ha resumido en el rol de proveedor y no es más que
progresivamente que el rol activo de agente de socialización ha ocupado un
lugar más importante.”
Se pide a los padres que se ocupen de los hijos como lo hace
la madre y, sobretodo, hacerlo de la misma manera que ella. Ni hablar de
valorizar el aporte específico que podría tener la paternidad, expresada en el
contexto propio de la masculinidad. Los hombres se encuentran entonces
atrapados en una doble polaridad: implicarse en tanto que padres o
desentenderse y, cuando deciden implicarse, hacerlo según su sentido o según
las expectativas de sus compañeras.
Excelente resumen sobre el intento de hacer irrelevante la paternidad por parte de la ideología de género (series como Los Simpson son su quinta columna). Cada vez es más necesaria la instauración del un Instituto del Hombre, como contrapartida a los innumerables que hay en cada comunidad dedicados a la mujer.
ResponderEliminarHola Emilio, me interesa el tema, en exceso, soy padre de familia y sinceramente hay ocasiones en la que sencillamente no se que mas hacer, quiero aprender... saludos
ResponderEliminarBienvenido Sarmientoso no sé si aquí encontrarás las respuestas, pero al menos sí un lugar en el que expresarte y en el que dialogar.
ResponderEliminarUn saludo
Hombre, Plutarco, me parece exagerado que digas que los Simpson son la quinta columna de nada. Primero, porque representan a la típica familia con sus roles (qué poco me gusta esta palabra) tradicionales, segundo porque no son para niños y tercero, porque vale que se presente al padre de familia, Homer, como a un descerebrado… pero es que Marge, la madre, tampoco es que sea una lumbrera precisamente. Y la niña es superdotada, sí, pero no tiene amigos (probablemente por eso) mientras que Bart es súper popular, además del protagonista.
ResponderEliminarHace tiempo que no tengo tele, así que a lo mejor me pierdo algo, pero echando un vistazo a los dibujos que a los niños les gustan y a las últimas películas infantiles veo:
- Bob Esponja: que yo sepa no salen padres ni madres pero los protagonistas (Bob y un tal Patricio - según mi sobrino) se identifican como masculinos.
- Caillou: hasta donde yo sé, representa una familia tradicional con una madre con "la que siempre puede para compartir sus aventuras y arroparlo con una historia antes de dormir" y un padre "que es héroe de Caillou. A ellos les gusta hacer nuevas actividades juntos." (los entrecomillados son de la wikipedia).
- Pocoyó: parece que tampoco tratan de paternidad/maternidad pero el protagonista es un niño. Hay cinco personajes principales, de los que dos se identifican como femeninos.
Los estrenos de hoycinema.com, según el orden en que aparecen en la página, son:
- "Arrietty": Leo que es la historia de una familia de "diminutos", aparentemente tradicional. No sé cómo será la figura paterna pero los protagonistas son dos niños que se encuentran (según leo en la wikipedia).
- "Otra películas de huevos y un pollo": leo en la sinopsis que los protagonistas son un pollo y sus amigos Willy, Bibi y Toto. Todos se identifican como masculinos.
- "Animals united": esta parece que va de problemas medioambientales y tal. En la sinpsis dice que el protagonista es Billy, un suricato hiperactivo, que vive con su "hermosa" esposa, Bonnie y su hijo Junior en Okavango. Su mejor amigo se llama Sócrates. El entrecomillado de "hermosa" es mio.
- "Los pitufos": El único personaje femenino es la pitufina. Sin comentarios.
- "Cars 2": Narra las aventuras de un coche y una grúa. Ambos se identifican como masculinos.
- "Superbrother": Cuenta las aventuras de un niño al que le gustaría tener otro hermano mayor porque el suyo es autista. En el trailer da la impresión de que los niños viven solo con la madre.
- "Río": los protagonistas son Bu y Perla, guacamayos macho y hembra que se enamoran y a los que secuestran juntos.
- "Rango": La historia de un camaleón, macho, que tiene que proteger una ciudad del oeste plagada de bandidos.
-"El oso Yogui 3D": el oso Yogui de toda la vida. Los protagonistas son osos machos: Yogui y Bubu.
Y hay más pero ya me he aburrido. Conclusión: los referentes para los niños siguen siendo masculinos. Francamente, no veo conjuras para expulsar a los hombres de las familias por ningún lado.
Cristina, conforme a las recomendaciones de Emilio, imprimiré brevedad a mi respuesta.
ResponderEliminarEsta discusión ya la hemos tenido anteriormente, curiosamente en una entrada en la que Emilio nos hablaba del mismo libro (estaría interesado en leerlo ¿existe edición española?). He puesto a "Los Simpson" como uno de los ejemplos en el que la figura paterna y masuculina en general es denostada constantemente. Lisa y Margie, si ves con más detenimiento la serie, muestran siempre valores más positivos y tienden a ser las listas de la serie. Aparte, en este mismo blog ya se ha mencionado de qué manera la ideología de género está presente, por ejemplo en los documentales que hablan de leones machistas (anecdótico para ti) o la manera en la que se presentan, por ejemplo, las noticias sobre violencia de género. Hay muchos más ejemplos.
Sé que hablar de “quinto columnismo” nos trae recuerdos de ideologías totalitarias del siglo XX, pero la ideología de género sigue una estrategia parecida. De la misma manera que los movimientos pacifistas de Occidente estaban sufragados por la KGB, detrás del feminismo oficial se encuentran poderosos intereses económicos y políticos que a veces nos pasan desapercibidos. En cualquier caso, no está de menos recordar que los principales financiadores del feminismo radical de los 70 y 80 en EE.UU fueron los Rockefeller y en España, recientemente, un gobierno socialista, principal de la banca (foto pre electoral con Botín de ZP en el 2008), ha sido extremadamente generoso con organismos feministas de carácter extremo.
Yo si veo la televisión y con dos hijos también he sido testigo de cómo se ha pasado del modelo de familia “La casa de la pradera” a todo tipo de series de humor (no sólo los Simpson) en los que la figura masculina y la paternidad son la burla constante. Diría que Aída es la más representativa de esta corriente en España. En las pelís de Disney también ha habido una evolución en la que no voy a extenderme aquí. Tus conclusiones estimo son bastante prematuras. En las series que citas en ningún caso, ni el de la famosa pitufina que mencionas, verás que se ridiculiza la figura femenina o el ejercicio de la maternidad.
Sobre la presencia del feminismo en los medios, el googleo de “feminism and the media” te dará acceso a multitud de documentos que describen esa influencia. No la llamaremos quinta columna, dejémoslo en “poderosa influencia cultural”. Eso si, ni antes los hombres se conjuraron para establecer un modelo opresivo patriarcal ni ahora las mujeres creo que traten de hacer lo opuesto. Se trata simplemente de cambios que la élite introduce conforme evoluciona el entorno económico (en esta parte Marx si tenía razón). Lamento haberme extendido más de la cuenta.
Plutarco, lamentablemente me parece que no existe versión en español. Yo al menos no tengo noticia.
ResponderEliminarEn lo otro que habláis veo que estáis un poco desfasados. Cristina veo que no tienes sobrinas pequeñas porque las heroínas ahora mismo son: Hello Kyti, y Dora la exploradora. La hija de una amiga es lo que ve, y lo que viste, y de lo que tiene la mochila, y la bufanda, tanto es así que al color rosa lo identifica con Kyti.
Cristina, francamente en las series juveniles y no juveniles, los personajes fuertes son femeninos. Aunque tengo que reconocer mi ignorancia y que hace tiempo que no veo nada de eso con la excepción de cuando acompaño a esa hija de amiga de la que te hablo.
Pero si salimos de ese tipo de ficción y nos pasamos al humor en la prensa escrita, Forges se llevaría una de las palmas en cuanto a estereotipos.
Una compañera de trabajo, más joven que yo, me comentó el viernes precisamente lo de la exploradora Dora y el fuerte impacto que está teniendo estas navidades en los regalos que piden la niñas. Perece ser que también unas muñecas de estética gótica de alguna serie de animación... Debo ponerme al día.
ResponderEliminarDisney hacer años, con Mulan, empezó a modificar el concepto de heroína y ha evolucionado hacia producciones que finalmente parecen gozar del beneplácito del feminismo nortamericano (http://www.now.org/news/blogs/index.php/sayit/2011/02/01/with-tangled-disney-gets-closer-to-embracing-feminism).
Sobre las series juveniles, creo recordar una que ponían cuando mi hija era pre adolescente, “Física y Química”, proscrita en mi hogar, pero que era todo un compendio de los clichés fomentados por la ideología de género . Algunos de los actores incluso alardeaban que la serie se utilizaba en algunos institutos para diseccionar los problemas a los que se enfrenta la adolescencia actual (las relaciones sexuales profesora alumno eran plato habitual de la serie). Los personajes femeninos de la serie, eran, efectivamente, los fuertes.
También tengo sobrinas pequeñas pero no les gusta Dora. Da igual. En cualquier caso, que ahora haya personajes femeninos no significa que, así en general, estos sean los caracteres más fuertes. Por otro lado, las películas que he comentado las he escogido al azar. Apenas hay personajes femeninos y mucho menos, fuertes (hablo sin verlas pero las sinopsis no lo dejan suponer).
ResponderEliminarCoincido en que Física y Química es un horror.
Estimado anfitrión:
ResponderEliminarLlevo un montón de tiempo sin escribir pero todavía sigo vivo.
Supongo que las muñecas góticas de que hablan más arriba son las "Monster High"; pero no son flor de esta temporada. Mi esposa se compró ya dos el año pasado (otra le llegó a su hija) y las tiene guardadas en una estantería como objeto de coleccionista. Son, en rigor, las hijas de los monstruos (que en algunos casos sólo los padres o los abuelos pueden conocer: porque ¿quién recuerda el mítico monstruo de la laguna negra?, cuya hija, si no yerro, es "Lagoona Blue"? Los mismos que asocian Fay Wray a King Kong; aunque ya ahora Jessica Lange es también material vintage). Esas muñecas no van demasiado unidas a ningún ideal hembrista sino más bien al tinajero estadounidense: vamos, que en España serían todas unas chonis de cuidado.
Yo no veo las infames series televisivas españolas pero sí sé que la hija de mi esposa tiene ahora por costumbre ver dos series estadounidenses, de las que algún día tocará hablar: "Icarly" y "Victoriuos": que serán, a buen seguro, del gusto de las asiduas de la bitácora "Mujeres", ya que tratan de los presuntos problemas de unas presuntas quinceañeras que viven en una clase media a la que no falta un céntimo ni un vestido nuevo por capítulo.
Lo que hoy me trae es la vergüenza de haber leído ayer a Soledad Gállego-Díaz lamentándose de que sus foros estén inundados por los trolacos. Yo que suelo residir en un foro con una moderación muchísimo más lene que en El País (en donde no hay moderación sino censura) sí que sé lo que son los trolacos. No sé cómo a la Defensora del Lector de ese panfleto no se le cae la jeta por los suelos: pero tampoco sé cómo no se le cayó a la hora de defender las presuntas virtudes de la revistucha que me obligan a comprar los sábados como si tuviese enorme interés periodístico y que sólo habla de moda, moda, moda y mierda de esa para mujeres de la clase media. No sé, repito, cómo no se le cae la jeta. Pero es que los senderos del autodenominado feminismo son así de ilógicos, de emocionales, de cargados de las virtudes femeninas frente a los vicios machistas.
No cumplí con mi propósito de dejarme caer por la bitácora de Mujeres de El País, y llevo sin hacerlo desde antes de septiembre: pero creo que voy a comenzar de nuevo mis andanzas para ver si realmente hay una invasión de trolacos en toda la regla o son exageraciones; y a castigar a las tiernas florecillas que allí crecen con los fríos de mi invierno. La sociedad no se divide en jenaros sino en clases: y el Lumpenproletariät está al caer. El día 22 creo que Rajoy Brey recibirá las llaves del castillo y puede que, como en "Juego de Tronos", el hembrismo hispano comience a notar que "el invierno se acerca". Y no es un invierno de temporada sino que durará toda una generación.
Pero, ¡por Júpiter!, que no se acerce al estilo de Cospedal. Creo mucho más urgente cortar las subvenciones a asociaciones hembristas que cerrar casas de acogida a maltratadas antes de haber investigado y auditado su gestión.
Creo, Cristina, que llevas parte de razón en cuanto a la presencia femenina en series o películas de ficción, porque es cierto que las mujeres tienen menos presencia qu los hombres en general. Pero no todo es una cuestión cuantitativa, lo que se están diciendo aquí otros compañeros es que cualitativamente, la representación de los hombres es muchísimo peor, frecuentemente aparecemos como una burda caricatura.
ResponderEliminarEl ejemplo más claro que recuerdo, de hace ya unos años, es la serie "Los Serrano", en la que los personajes masculinos eran una panda de mastuerzos feos y embrutecidos, o directamente delincuentes. Las mujeres, en cambio, eran personas mucho más civilizadas, cuyo único pecado era haberse emparejado con zopencos de tal calibre. ¿Se habría aceptado una serie con los roles a la inversa? Por supuesto que no, y puedo decir que los guinistas (una de las cuales es amiga mía) lo tenían muy claro, y la hicieron tan desequilibrada a conciencia.
El ejemplo que pone Plutarco, "Aída", me parece personalmente menos reprobable, porque siendo bastante esperpéntica, nadie sale bien parado, ni mujeres ni hombres; la verdad es que no hay casi nadie normal en esa serie. En eso al menos es igualitaria.
Humberto, efectivamente el efecto cualitativo es el que manejaba en mis argumentos sobre la caricaturización de lo masculino en los medios. No sólo las series costumbristas españolas que hemos mencionado (efectivamente, Los Serrano supera en misandria a Aída). Es un fenómeno especialmente pertinaz en los países occidentales. Pero especialmente grave es lo que menciona el libro al que Emilio ha aludido varias veces en este blog.
ResponderEliminarNo he leído el libro que recomendó Emilio y no puedo opinar al respecto. En cualquier caso, espero poder aportar algo aunque este hilo de debate pueda solaparse con otros anteriores.
ResponderEliminarSólo quiero indicar tres cosas. En primer lugar no me parece en absoluto negativo que aparezcan personajes femeninos fuertes en series, películas o libros. Además, mostrar una mujer fuerte no implica necesariamente que se caricaturice al varón. No sé de que trata "Dora la exploradora" pero el hecho de que las niñas (¡y niños!) tengan un referente de mujer aventurera me parece estupendo. En segundo lugar, el que la presencia femenina sea cuantitativamente escasa pero cualitativamente superior (aunque este punto está sujeto a las subjetividades de cada uno - lo que a unos les parece insultante a otros les puede parecer normal) no significa otra cosa sino que aún no se ha llegado a la normalidad de tratamiento de lo femenino en los medios. No sé si alguno recuerda una serie que se llamaba "Melrose Place" que ponían cuando yo era adolescente. Pues bien, ahí salía un personaje gay, que si no el primero, fue uno de los primeros personajes homosexuales en series para adolescentes. Bueno, pues este chico, el gay, era además de guapísimo, un pan bendito. Incluso cuando la serie degeneró y todos se volvieron malísimos o directamente psicópatas, el personaje homosexual seguía siendo todo bondad. Un fenómeno similar fue el de "La hora de Bill Cosby" donde se presentaba una familia afroamericana (entonces decíamos negra) perfecta en todos los sentidos. Quiero decir, que el que se idealice a las mujeres en los medios (que no tanto, pero bueno) no significa que la sociedad se haya dado la vuelta y que ahora necesitemos un "Instituto del Hombre" para defender a los hombres: significa que la sociedad se está ajustando y empezando a asumir ciertas realidades, como pasó (y sigue pasando) con el tratamiento que se da en los medios a los homosexuales y a las minorías raciales. Bueno, y el tercer punto... es que me he dado cuenta de que vi demasiada televisión cuando era adolescente :-)
Cristina, en cualquier caso tu exposición adolescente a la televisión no parece haber producido efectos adversos en tus capacidades intelectuales. Creo que los efectos negativos de la televisión, como los de Internet, muchas veces se exageran.
ResponderEliminarNadie ha dicho que mostrar a caracteres femeninos fuertes signifique que se caricaturice al varón. Simplemente series como las mencionadas aquí, así como las noticias o el clima cultural actual tienden a denigrar la figura del hombre, independienente del tipo de caracteres femeninos que aparezcan. Aparte de los análisis negativos sobre la paternidad que menciona la entrada de Emilio, origen de este debate.
Es cierto que en una época de racionalización presupuestaria, un nuevo Instituto del Hombre crearía duplicidades. Quizás lo mejor fuera renombrar los actuales institutos de las mujeres por institutos de las personas y que su área de acción se extienda a explorar a fondo las razones del mayor fracaso escolar masculino, las tasas de suicidios superiores en los hombres o la protección de parejas del mismo sexo en el ámbito de la violencia doméstica. Y si lo desean, pueden rescribir las canciones políticamente incorrectas de hace 30 años de los payasos de la tele.
Me temo que lo de los dibujitos animados caricaturizando (es lo suyo) a hombres y mujeres según la norma de hombre= torpe, tonto, malo...y mujer = buena, lista, etc. no es algo que esté empezando a ocurrir ahora. ¿alguien se acuerda de los picapiedra? desde luego Pablo Mmarmol y Pedro Picapiedra eran unos zopencos comparados con sus bellas y listas mujeres, incluso cuando tuvieron crios el niño era un bruto (pero bueno y un poco héroe) y la niña dulce y fina...en fin
ResponderEliminarArturo
Hola. He leído esta entrada y quisiera añadir algo que me parece importante. Pasa en bastantes de estas series de dibujos animados o de teleseries. Me refiero a lo siguiente: ¿Qué dirían las feministas si Homer estrujara cada dos por tres el cuello de su hija Lisa y jamás se lo estrujase a Bart? ¿Cuánto tardaría en ser denunciado como apología de la violencia de género?
ResponderEliminarEn otras series, por ejemplo "siete vidas", la señora de más edad repartía pescozones a diestro y siniestro. En general, en cualquier serie es la chica quien parece tener en exclusiva potestad para hacer estas cosas. Las feministas se escandalizan sólo cuando la víctima es mujer, y parece que aceptan como normal que sea el niño (Bart en los Simpson) quien reciba los palos.
Isidro.
Abundando en lo que comenta Isidro, están emitiendo actualmente un anuncio de Ariel en el que la mujer atiza un sonoro manotazo al hombre en cuanto él menciona a otras mujeres. Cierto que la agresión no es grave, salvo por lo que conlleva de humillación, pero imaginaos qué ocurriría si un hombre hiciera callar de esa forma a su mujer en un anuncio.
ResponderEliminarHe intentado presentar una queja en el Observatorio de la Imagen de la Mujer de la Secretaría de Estado de Igualdad, que financiamos todos, y me han contestado que esa no es su función, con dos narices. Y eso, a pesar de que yo lo había planteado como que dicho anuncio presenta a una mujer como agresora, lo cual es una sucia calumnia, válgame Dios. Es decir, como que el anuncio atenta contra la imagen de la mujer; pues ni así se lo han tomado en serio. Creo que en cuanto ven la firma de un hombre pasan olímpicamente.
Plutarco, ya que hablas de las canciones políticamente incorrectas de los payasos de la tele de hace 30 años, no estaría de más recordar la de "El Preso Número 9":
ResponderEliminar"El preso número nueve ya lo van a confesar
está rezando en la celda con el cura del penal
porque antes de amanecer la vida le han de quitar
porque mató a su mujer y a un amigo desleal
Dice así al confesar
los maté si señor
y si vuelvo a nacer
yo los vuelvo a matar"
No olvidemos que la intérprete de una canción que hoy en día sería considerada una auténtica apología de la "violencia de género" era Joan Baez, una cantautora progre que por aquel entonces era vitoreada por un público entre el cual no me extrañaría que estuviesen muchas de las actuales activistas de género.
José
Humberto, mi experiencia personal es que reaccionan más rápidamente las empresas implicadas en ese tipo de anuncio sexistas que los famosos institutos u observatorios de género. Por cierto, que lo que comentes me reafirma en la idea de que tales observatorios deben re denominarse como observatorios de personas y extender su campo de acción más allá sus anteojos ideológicos de género.
ResponderEliminarHace años, una multinacional del café soluble promocionó su producto en un anuncio en el que el hombre era una especie de retrasado mental. Varias personas (hombres y mujeres) enviamos un email al responsable (en este caso, era una responsable) de la campaña, sugiriendo un boicot al producto por el carácter sexista del anuncio y desapareció de la tele. Creo haber publicado en este blog esa carta, escrita en inglés. Esto fue antes de Facebook. Imagino que ahora se podrían conseguir unos resultados similares de manera incluso más rápida con una página adecuada en esa red social.
De los informativos de la televisión pública han desaparecido los hombres: ayer me he fijado en un reportaje sobre las vacaciones de navidad y ¿qué hacemos con los niños? y al margen de que se hablaba de ellos (los niños) como si de una mercancía se tratase, na aparecían más que madres, pero ¡ojo! aún cuando la entrevistada decía que el niño estaría con los abuelos unos días, la comentarista solo citaba a las abuelas, y cuando se hablaba de conciliación las únicas que tenían necesidad de conciliar eran ellas.
ResponderEliminarClaro que comparado con el hecho de la que la prensa feminista lo que haya destacado con más fuerza de lo ocurrido en los últimos días y semanas en Egipto, incluidos varones muertos y el incendio del Instituto Egipcio, lo más importane digo para esa prensa ha sido la imagen que recogía a unos polícias que arrastraban a una mujer a la que con la camisa rota se le veía el sujetador. Hasta ese punto hemos llegado, la muerte de varones tiene menos relevancia que esa imagen.
Alberto