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17 enero, 2009

Palestina IV

La señora ministra de exteriores de Israel Tzipi Livni, ha declarado tal como recoge La Vanguardia de ayer “...que el Ejército israelí "trata de evitar todas las muertes", y alegó que su país actúa "no solamente de acuerdo con la ley internacional sino también acorde a nuestros valores". Y eso sin que nadie se inmute ni le recuerde que ni se ha respetado la ley internacional, ni entre nuestros valores puede estar el de matar indiscriminada e impunemente.

Por eso, como visión de lo sucedido en la reciente invasión israelí de los territorios de Gaza prefiro una interpretación como la expresada en este artículo de El País titulado Gaza y la degradación moral de occidente.

6 comentarios:

  1. El país también incluye otro interesante artículo, Por qué Israel se siente amenazado.

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  3. El heroísmo del piloto de NY, leído también en El País, me ha inspirado la siguiente entrada:

    La serie de más audiencia en la televisión española, Aída, muestra cada semana una galería masculina que va desde la pusilanimidad, el cretinismo, el “landismo”, el machismo más cutre o el amaneramiento más grosero. En general, es el nuevo modelo “masculino” que nos presentas las comedietas españolas de hoy en día. Además, este patrón que ridiculiza al hombre por el hecho de ser hombre, lo importamos en series, supuestamente infantiles, como Los Simpson o Padre de familia. Por no hablar de la nueva publicidad, que nos considera inútiles crónicos a la hora de apretar el botón de la lavadora, o en un alarde de igualdad a la inversa, nos convierte en objetos sexuales, como en aquel anuncio de Coca Cola en el que varías mujeres babean ante el chico musculoso.

    Es por ello reconfortante leer noticias como la siguiente, en la que un hombre aparece como héroe. Chesley Sullenberger, piloto de un avión de pasajeros, logro salvar la vida de todos ellos realizando una arriesgada maniobra de amerizaje sobre un estrecho río. En esta acción, exhibió muchas de las cualidades masculinas positivas, hoy en día enterradas entre gracietas de “género”: control del estrés, estoicismo y frialdad ante situaciones de peligro, reflejos, capacidad de concentración, caballerosidad (no abandonó el avión hasta que el último pasajero estuvo a salvo), sacrificio en beneficio del bien común…ningún personajillo de serie española osaría mostrar estas cualidades.

    Y termino lanzando la siguiente pregunta ¿por qué los hombres copan las profesiones de riesgo, que exigen muchas veces el auto sacrificio en aras de la protección de la sociedad?. ¿Por qué asumen los trabajos más ingratos, si se supone que son intrínsecamente egoístas, estructuralmente violentos y e incapaces del sacrificio?. ¿Un piloto de líneas aéreas o un cirujano deben ganar lo mismo que una azafata o una pediatra?. ¿Debemos establecer cuotas para que las mujeres asuman profesiones de riesgo?. ¿Se subiría usted a un avión pilotado por una persona de cuota?.

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  4. En relación con el nuevo estereotipo de hombre que se promueve desde los medios de comunicación, en particular la televisión, incluso cuando esa televisión hace alarde de promover la igualdad, me sorprende que personas como Miki Nadal, Pablo Carbonell o el Gran Wyoming acepten jugar el papel de perpetuos y babosos salidos,siempre dispuestos a tocarle el culo o mirarles las tetas a sus compañeras, cuando además creo que no necesitarían tal cosa para estar en la televisión.

    Pero más allá de eso te diré que en TV he visto como se daba la noticia de un padre que se había muerto tras arrojarse al mar para salvar a sus hijos, como "un hombre ha muerto mientras nadaba con sus dos hijos..." o también como, para el caso de dos niños que por causa de la nieve no habían podido ir al colegio, se decía que en esas situaciones quedaban a cargo de su abuela, al lado de la cual salían muy formalitos, pero sin poder evitar que las cámaras recogieran el momento en que el abuelo provisto de una pala despejaba el camino de la casa para que pudieran moverse quienes ofrecían la noticia.

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  5. Además, los personajes que mencionas (Miki Nadal, Pablo Carbonell o el Gran Wyoming), lo hacen en un canal televisivo de izquierdas, supuestamente comprometido con la abolición de los estereotipos sexistas. Sus compañeras, aparte de recibir su "acoso", suelen responderles con gracietas en las que ellos quedan como cretinos y con simulaciones de agresiones físicas.

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  6. Yo no estaría muy preocupado por la cuestión derecha-izquierda porque en los asuntos de género las diferencias no existen.

    Por cierto te supongo al corriente de la polémica generada por el vestido de Soraya Sáenz de Santamaría, como antes lo fue la vestimenta de Carmén Chacón el día de la Pascua Militar y, en su momento, el posado para Vogue. Pareciera que las mujeres españolas quisieran aportar su granito de arena al ejercicio femenino del poder, y lo quisieran hacer por el lado de la vestimenta. Desconozco que en cualquier otro país se haya suscitado este tema con las connotaciones que aquí se le están dando.

    A mí hasta el presente era un asunto por el que no me sentía concernido y en el que creía que nunca entraría pero hete ahí que el pasado miércoles se publicaba el siguiente editorial: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Dardos/envenenados/elpepiopi/20090114elpepiopi_3/Tes
    al que todavía hoy me cuesta dar crédito. Lo que lo dejo aquí por si se os ocurre cualquier comentario.

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