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11 junio, 2010

Macroencuesta

Desde que he leído en Absurdistan lo de la macroencuesta que prepara el Gobierno para, como siempre, pasarla únicamente a las mujeres, con lo que de antemano ya se puede establecer que las únicas maltratadas son ellas, no he parado de darle vueltas a la idea de qué podríamos hacer para evitar que eso se lleve a efecto y necesariamente tenga que pasarse a hombres y mujeres, ya que lo otro además de anticientífico sería discriminatorio y sexista.

Y es verdad que recordé el reciente debate sobre  un movimiento masculino, pero como  no estamos en condiciones de constituirlo quiero invitaros a que de aquí en adelante reservemos alguna energía y dedicación para exigir que con dinero público no se vuelva a realizar ninguna encuesta de este tipo porque excluye a un 50% de la población y esta vez por decreto y a la luz pública.

Si además consiguiésemos algún posicionamiento de los profesionales de las ciencias sociales que le recordasen a quién vaya a hacerla que ese sesgo de género es inadmisible  habríamos dado un paso adelante y demostrado que para algunas cosas mejor juntos que cada uno por su cuenta. 

7 comentarios:

  1. Anónimo8:06 p. m.

    Sólo un matiz. Pretender "exigir que con dinero público no se vuelva a realizar ninguna encuesta de este tipo" nos pone al mismo nivel de las feminazis callejeras, tan amigas ellas de prohibir, censurar y expedientar. Además, ello daría pie a que se nos acusara de pretender ocultar la verdad, pues se argumentaría que con ello buscamos encubrir a los "maltratadores". No se trata de impedir, sino de denunciar el carácter no científico de esta "encuesta", cuya única finalidad es encontrar refrendo supuestamente popular a las tesis gubernamentales. Una farsa política comparable a los plebiscitos que montan las dictaduras para darle legitimidad a su régimen, y en donde las preguntas están preparadas de tal manera que el resultado de la consulta salga a imagen y semejanza de lo que el Poder pretende. Naturalmente que una encuesta seria abarcaría a personas de toda condición sexual, y que intentaría averiguar si una persona es maltratada, maltratadora o si reune ambas circunstancias. Lo contrario es como si hacemos una encuesta sobre la popularidad de Zapatero, pero donde realizamos la muestra únicamente entre afiliados al PSOE, y prescindimos de lo que puedan opinar las personas afines a otros partidos.
    Coincido con otra de las observaciones de "Crónicas del Absurdistán", que de las 4 encuestas hechas o por hacer sobre este tema, dos lo son bajo el gobierno del PP, y las otras dos bajo el del PSOE. Y es que aunque Zapatero sea más feminista que las mismísimas feministas, la ideología de género aparece en estos momentos en casi la totalidad de los partidos políticos españoles, desde el PP por la derecha hasta incluso grupos anarquistas por la izquierda (lean, por ejemplo, los periódicos del PCE-IU y de la CNT). Son los valores del Régimen, que al margen de estrategias particulares los une a todos, de igual manera que también todos son iguales cuando se habla de corrupción. Por eso es iluso soñar con un cambio una vez que el más que quemado Zapatero abandone la Moncloa, porque el que le sustituya estará en la misma onda de género. ¿O es que alguien piensa que el próximo papa de la Iglesia Católica pueda ser ateo?

    José Perera

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  2. Juan María9:39 p. m.

    Creo que la contestación a la Macroencuesta podría hacerla la Plataforma Ciudadana por la Igualdad del Juez Serrano, que a su vez podría ser ese aglutinante que anda reclamando Emilio.

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  3. Estimado José Perera, no se puede vivir pendiente de lo que vayan a decir las feminazis como tú las llamas, porque de otro modo no podrías hacer nada. De hecho el contenido de esta bitácora es, para quien así piensa, patriarcal y no sé cuántas cosas más. Por eso te pediría que en un gesto de autoestima no te compares con ellas.

    Aquí no defendemos que las encuestas se pasen sólo a los hombres, ni que se manipule la realidad hasta que diga lo contrario de lo que es, por tanto debes reservar las expresiones que utilizas para quien así actúa no para nosotros.

    Pedir que no se pase la encuesta sin más, efectivamente podría entenderse como antidemocrático, pero pedir que si no se hacen a hombres y mujeres se dejen de hacer porque con dinero público no se debe financiar trabajos que por acientíficos sólo pueden conducir a la confusión y el engaño, además de suponer la discriminación pura y dura del 50% de la población, no sólo no es pretender ocultar nada, sino exigir claridad, transparencia, democracia y equidad. Justamente lo contrario de lo que tú dices.

    Por lo demás lo de que de otro modo no sería científica, o que debe pasarse a mujeres y hombres, o que el feminismo no es sólo cosa del PSOE son cosas que además están en la entrada y constituyen elementos de siempre de esta bitácora.

    En fin, uno de los primeros objetivos de esta bitácora es contribuir a desterrar esa marea misándrica que tan extendida está por muchos rincones de nuestra sociedad y para ello debemos comenzar por nosotros mismos, respetando lo que hacemos y no buscando fantasmas donde no los hay.

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  4. Emilio,

    Observo como vienes censurando mis comentarios. Parece pues que no te gusta el diálogo ni el contraste de pareceres. Dado que mis comentarios no tienen nada de escándalosos - estoy seguro- ni son de mala calidad, esto solo se entiende como manipulación, que tiene normalmente su origen en un afán controlador y represor.

    Realmente los que estamos en contra de la ideología feminazi lo estamos entre otras cosas por su tendencia al pensamiento único y al totalitarismo. Ni más ni menos. Aunque logicamente en tu "bitácora" puedes ser todo lo totalitarista que quieras.

    Cada vez que me censuras, te acercas un poco más a aquellas que dices criticar. De todas formas, estoy abierto a recibir una explicación o a escuchar tus "razones" para tan perseverante censura.

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  5. Estimado Guillermo, si tuvieras a bien decirme que comentario te he censurado comenzaríamos a entendernos, mientras tanto no sé de que me hablas.

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  6. Anónimo2:17 p. m.

    Hola:

    Yo creo que paradójicamente la llave está en la Ley de Igualdad que prohibe la discriminación, y que invierte la carga de la prueba en estos casos, es decir el que supuestamente discrmina debe de probar que no lo hace.

    Sería cuestión de denunciarlo juridicamente o ante el estamento adecuado.

    Atentamente

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  7. Para último anónimo

    La cuestión es que parece que el poder castiga severamente a quien osa denunciar el régimen de excepcionalidad que rige en este asunto. Ahí están los casos de María Sanahuja, o el fiscal Mena, también el juez Serrano

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